Las teorías conspirativas pueden explicarse como la creencia de que los momentos más grandes en la historia pólitica, económica o histórica han sido manipulados por grupos malévolos, secretos y muy poderosos. Este tipo de teorías las encontramos en todas partes. Algunos ejemplos son: que Youtube está saturado con ¨documentales¨ que supuestamente revelan que ¨el hombre no llegó a la luna” y todo fue un montaje de la NASA; que los iluminati controlan el mundo; Elvis está vivo; los OVNIS secuestran personas y el gobierno lo mantiene en secreto, etc.
No me malinterpretes. No estoy diciendo que no existan las conspiraciones, sino que este tipo de teorías exageran y tergiversan algunas ideas al punto de que no se puede diferenciar si es un capitulo de los Expedientes Secretos X o la vida real.
En un artículo anterior reseñamos algunas explicaciones por las cuales las personas creen en las teorías de conspiración. Pero en esta ocasión quiero comentarles acerca de una interesante investigación que se publicó el año pasado en la revista Social Psychologial & Personality Science y que exploró la relación de la baja autoestima, el alto narcicismo y las creencias conspirativas.
La investigación contó con la participación de 202 personas que completaron una serie de cuestionarios, entre los que se incluyeron: una escala de autoestima, un cuestionario para medir el narcicismo y una escala sobre las creencias conspirativas.
El análisis de los resultados permitió conocer que puntuar alto en narcicismo o bajo en autoestima podía predecir significativamente las creencias conspirativas. Es decir que tanto las personas que presentan baja autoestima como los individuos narcisistas, son más propensos a tener creencias conspirativas.
Los autores explican que las personas con baja autoestima o alto narcisismo tienen una fuerte tendencia paranoide, y esto explicaría los resultados.
“El efecto de la baja autoestima sobre las creencias conspirativas puede ser ampliamente atribuido al hecho de que la baja autoestima predice negativamente la percepción de la humanidad con mayor amplitud”, dijo Aleksandra Cichocka, coautora del estudio.
Fuente: Science Daily