A principios del año escribí un extenso artículo que presentaba la evidencia de cientos de investigaciones sobre los efectos de los castigos corporales en la salud física y mental de los niños. Las investigaciones no han cesado y datos más recientes nos alertan de repercusiones más severas como depresión, intentos suicidio, abuso del alcohol y drogas.
El estudio publicado en Child Abuse & Neglect y dirigido por Melissa T. Merrick y los ya conocidos expertos en el tema del castigo físico, Elizabeth Gershoff y Andrew Grogan-Kaylor, llevaron un análisis que evaluó el efecto de las Experiencias Infantiles Adversas (ACE, por sus siglas en inglés) que sufrieron 7645 personas de diferentes razas antes de los 18 años de edad.
Experiencias Infantiles Adversas y el efecto de las nalgadas
Las ACE incluyen por lo general una lista de 10 experiencias: abuso sexual, emocional, físico, negligencia (física y emocional), problemas en el hogar (madre tratada violentamente, familiares con trastornos mentales, familiares en prisión, con problemas de abuso de sustancia y padres separados o divorciados). Sin embargo, en esta investigación se decidió añadir las nalgadas1 en la lista de ACE para a explorar sus efectos en conjunto y por separado.
Como era de esperarse, los análisis indicaron que una relación directa y creciente entre los ACE y los problemas de salud mental como el consumo de drogas y alcohol, intentos de suicidio y depresión. Así se encontró que las personas que habían sufrido de seis o más ACE durante su infancia tenían 2.73 más riesgo de sufrir de depresión durante su vida adulta; 24.36 de intentar suicidio, 3.73 de riesgo de abuso de sustancias y 2.84 de tener problemas de alcohol. Al analizar los ACE de manera independiente se encontró que las nalgadas durante la infancia también relacionaba con los problemas de alcohol, drogas, intentos de suicidio y depresión.
La investigación también evaluó los efectos combinados entre varios ACE y en esta etapa se encontró las nalgadas no se relacionaban significativamente con el intento de suicidio y depresión. Los autores argumentan que probablemente se deba a que las nalgadas están fuertemente relacionadas con otras formas de maltrato físico infantil (cachetadas, correazos, etc.) que se relacionan también con problemas de salud.
Hace poco en Francia aceptó como legal el uso de nalgadas, bajo la premisa de que los padres están en una relación jerárquica que les atribuye el derecho de usar el castigo físico como método correctivo. Ningún gobierno puede legalizar la violencia como medio “correctivo” cuando las leyes internacionales lo prohiben y hay tanta evidencia de los efectos que puede provocar. No estamos hablando solo de efectos imperceptibles, estamos hablando de problemas de salud mental y físicos que causan la muerte de millones de personas y representan miles de millones de dólares en gastos de salud.
Fuente: Psypost
Notas al pie de página:
- Para evitar confusiones o malas interpretaciones los autores fueron cuidadosos a la hora de definir qué son las nalgadas: (uso de fuerza física, con la mano abierta, para provocar dolor, pero sin lesiones con el fin de corregir o controlar la conducta de los niños. ↩