Una fobia consiste en un miedo intenso y persistente a un objeto o situación. Este miedo puede activarse ante el objeto o situación, presente o no, ya que en muchos casos el sujeto lo que hace es anticiparse al mismo. El miedo en ocasiones se refiere incluso a llegar a perder el control al exponerse ante lo temido.
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Cuando una persona presenta fobia, intenta insistentemente evitar aquello que le genera el temor ya que podría llegar a experimentar pánico, miedo, taquicardia, sudoración, pérdida de control, sensación de ahogo o falta de aire, entre otros.
A continuación exponemos algunas de las fobias más y menos comunes
Fobias más comunes
- Agorafobia: miedo a los lugares públicos, abiertos o a espacios donde es difícil escapar o donde se considere que no vamos a obtener ayuda.
- Aerofobia: temor a volar en avión que frecuentemente genera una sensación de malestar tal, que termina obligando a la persona a no coger el avión.
- Claustrofobia: miedo a espacios cerrados o confinados, en especial si este lugar es pequeño o tiene luz tenue.
- Glosofobia: temor a hablar en público que puede cursar también con una fobia social o no.
- Hematofobia: midco a la sangre o cualquier aspecto relacionado con ella como pudieran ser las jeringuillas, cortes, heridas, hospitales, etc.
- Homofobia: temor, rechazo, prejuicio o desagrado hacia los homosexuales.
- Xenofobia: temor, odio o desagrado hacia los extranjeros.
- Misofogia o germofobia: miedo a los gérmenes, a la contaminación o a la suciedad que suele ir acompañado de un continuo y compulsivo lavado de manos.
- Sociofobia: temor intenso y persistente a ser juzgado negativamente en situaciones sociales. Es una fobia muy común que aparece en la etapa adolescente y se mantiene en edades adultas.
Fobias poco habituales
- Fagofobia: miedo injustificado a comer y a tragar, ya que los médicos no encuentran nada anormal para poder justificar este temor.
- Pedofobia: miedo o aversión a los niños o a los bebés, a cuidarlos o estar cerca de ellos entre otros aspectos.
- Bromidrosifobia: temor injustificado al mal olor corporal, tanto propio como ajeno.
- Genofobia: temor irracional y repulsión al sexo, a las relaciones sexuales o cualquier aspecto relacionado con ello.
- Batofobia: temor a las profundidades, a los precipicios o profundidades.
- Filofobia: temor a enamorarse o a las relaciones y compromisos, en ocasiones “justificada” por relaciones pasadas dolorosas, divorcios o una niñez carente de apego.
- Tetrafobia, octofobia, triskaidekafobia: temor al número 4, temor al número 8 y temor al número 13.
- Necrofobia: temor a los cadáveres, a la muerte o las cosas muertas.
Tratamiento psicológico de las fobias
Tras una evaluación exhaustiva se elabora un plan de tratamiento individualizado, donde el principal objetivo se centra en la reducción de la ansiedad del paciente. Para ello es necesario que el paciente comprenda qué relación existe entre sus pensamientos, emociones y conductas ya que se llevará a cabo un entrenamiento específico para que la persona sea capaz de manejar los pensamientos negativos existentes ante el estímulo fóbico. De esta manera, podrá modificarlos por otros más adaptativos que generarán una menor intensidad emocional y conductas más aptas para el enfrentamiento de lo temido.
(Artículo recomendado: Terapia de Exposición para las Fobias)
Además se entrenará a la persona en técnicas de relajación y/o respiración para así conseguir a través de una exposición gradual, progresiva y controlada la exposición al estímulo fóbico.
Artículo previamente publicado en Psicoadapta y fue modificado para su publicación. Psicoadapta es un centro especializado en terapia cognitivo conductal y EMDR para adultos y niños en Madrid, España
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