Hace dos días publicamos una nota del terapeuta español, Buenaventura Del Charco Olea, que examinaba los beneficios de las autorrevelaciones dentro de la consulta o en otras palabras, si el psicólogo debe o no hablar sobre si mismo en la consulta. El artículo de Buenaventura causó mucho interés y muchos comentarios interesantes.
Para enriquecer aun más el debate les comparto un artículo de opinión escrito por el psiquiatra Alberto Soler Montangud sobre las autorevelaciones en su práctica profesional:
Confieso no obstante, que en ocasiones me surge la duda de si con mi espontaneidad estaré quizás rebasando los límites de la distancia que debe haber entre terapeuta y terapiado. La respuesta a esta incertidumbre siempre varía según cada caso, según la reciprocidad que perciba así como la demanda subliminal de contacto que manifieste el (o la) paciente, y también según el momento evolutivo en que se encuentre, tanto en su proceso como en la calidad y la consistencia del vínculo terapéutico establecido.
Concluiré expresando mi convicción de que compartir ciertos detalles y anécdotas de mi privacidad, pueden servir de ayuda a algunos pacientes. Incluyo entre ellas el hacerles partícipes, incluso de algunas experiencias duras o difíciles que, con el paso del tiempo, haya llegado a resolver. Estoy convencido de que mostrarme tal cual soy, sin enmascarar ni adornar mi realidad con imposturas que enaltezcan mi rol de superioridad, es un factor que añade una pátina de verismo y de naturalidad a la relación que mantengo con mis pacientes.