El siguiente articulo está referido específicamente a la terapia sincrónica, en tiempo real, cara a cara con comunicación audiovisual con un profesional de la salud mental habilitado para tal fin. No se abordan otras modalidades.
El incremento en la disponibilidad de nuevas tecnologías y las mejoras en la calidad de conexión nos permite abrir las fronteras al acceso terapéutico.
Actualmente, el número de personas con depresión o ansiedad va en aumento, de 416 millones en 1990 a 615 millones en 2013; por lo que esta modalidad facilitaría el acceso a la atención psicológica a individuos que viven en zonas alejadas donde la misma es escasa.
También resulta particularmente útil para personas que padecen algún tipo de impedimento físico o psicológico que le dificulta el traslado al consultorio, expatriados que buscan un terapeuta con su misma idiosincrasia, o bien puede facilitar la adherencia en personas quienes viajan mucho por cuestiones laborales y no dispongan de tiempo fijo como para iniciar y continuar un tratamiento.
Cualquiera sea el caso, hay muchas investigaciones (1) que sugieren que la atención psicológica online es una propuesta más que viable para los trastornos que más comúnmente llegan a la clínica; Entre sus beneficios más comunes se encuentran; comodidad, el ahorro de tiempo y dinero que supone un traslado, posibilidad de oferta horaria amplia y flexible. Además, los honorarios suelen ser más accesibles.
Aunque investigaciones recientes dan el visto bueno a esta modalidad, que podría llegar a solucionar un marcado problema de acceso a la psicoterapia, todavía hay muchos prejuicios al respecto, a veces de potenciales pacientes, a veces por parte de los mismos terapeutas (2).
¿Desventajas o prejuicios de la terapia online?
Falta de formación profesional en estas nuevas formas de psicoterapia
Para empezar, la terapia online no es una nueva forma de psicoterapia, (de hecho la mayoría de las intervenciones investigadas eran cognitivo conductuales), lo único que cambia es el canal de comunicación. La mayoría de los programas de videoconferencia son muy intuitivos y cuentan con soporte y panel de ayuda en caso de que no se sepan utilizar.
Cuando terapeuta y paciente son de diferentes lugares geográficos puede existir una falta de criterios unificados jurídico/legales que regulen la práctica profesional
Esto en parte es cierto, pero hay aspectos básicos del quehacer de la practica profesional que estan muy globalizados y son, generalmente, compartidos por diferentes países.
No se puede garantizar la seguridad en el intercambio de información, ya que la misma puede ser interceptada por terceros
En realidad la información que se comparte en el intercambio presencial también puede ser interceptada por terceros (cámara y micrófono de cualquier celular). Pero, volviendo al tema ¿Cómo se cuida al paciente online? Hay ciertos recaudos que se pueden tomar para cuidar al máximo la confidencialidad de datos, y por consiguiente el secreto profesional: (Fuente: Verónica Parla, Lic. en sistemas de la UBA – Seguridad informática)
- Utilizar programas que cifren las comunicaciones (como Skype)
- Maximizar la seguridad de las contraseñas cambiándolas periódicamente (tratar de no usar palabras conocidas ni fechas ni contraseñas que se usen en otros lugares. Usar una combinación de mayúsculas, minúsculas, símbolos y números).
- Tener actualizado el antivirus, correrlo regularmente y escanear con el antivirus todo archivo que nos llegue, por mail o chat.
- Tener configurado y corriendo el firewall y actualizar regularmente (o setear para que se haga automáticamente) el sistema operativo para tener las últimas actualizaciones de seguridad.
- Y por último, aumentar la seguridad en navegadores configurándolo para que advierta cuando un sitio es potencialmente peligroso.
Al no compartirse un mismo espacio, la relación terapéutica resultaría más fría
El tratamiento psicoterapéutico no requiere ningún tipo de contacto físico, por lo que compartir el mismo espacio físico no es necesario para lograr los objetivos terapéuticos; Los diferentes matices que hacen a la comunicación no verbal, que le dan un significado a lo que estamos diciendo (por ejemplo el tono de voz, los gestos y la postura, entre otras cosas) están presentes en la videoconferencia, no se pierden.
No hay forma de cerciorarse que los pacientes estén efectivamente consultando a un profesional
Al iniciar un tratamiento psicológico ya sea online o presencial, es fundamental que los pacientes puedan consultar en organismos oficiales que regulen la práctica profesional (como en el ministerio de salud o superintendencia del servicio de salud del país en el que reside) quien se encuentra del otro lado. Los profesionales deberíamos facilitarles de antemano al acceso a los datos necesarios que les permitan asegurarse de que sea con un profesional de la salud mental, que al menos acredite una licenciatura en psicología y esté matriculado. Esto, en parte para cuidar al paciente y en parte también para cuidar la profesión. La credibilidad es una parte importante del vínculo terapéutico y mejora la adherencia al tratamiento
Respecto a cuestiones más de índole burocráticas, actualmente existen diferentes formas de hacer llegar y firmar un consentimiento informado, de emitir factura de manera digital, por lo cual no representaría un problema.
Como reflexión final, cuando se habla de la atención online como “segunda opción” o “complemento”, en mi opinión esto responde más a prejuicios que desventajas reales, y queda esta sensación de que ante un incendio evidente, estamos perdiendo tiempo valioso en discutir cuál de los extintores que tenemos a mano sería el más adecuado para apagarlo.
Biografía:
- (1) Mewton, L., Smith, J., Rossouw, P., & Andrews, G. (2014). Current perspectives on Internet-delivered cognitive behavioral therapy for adults with anxiety and related disorders. Psychol Res Behav Manag, 7, 37-46.
- (1) Hadjistavropoulos, H. D., Pugh, N. E., Nugent, M. M., Hesser, H., Andersson, G., Ivanov, M., … & Austin, D. W. (2014). Therapist-assisted Internet-delivered cognitive behavior therapy for depression and anxiety: Translating evidence into clinical practice. Journal of anxiety disorders, 28(8), 884-893.
- (1) Pieta, M. A. M., & Gomes, W. B. (2014). Psicoterapia pela internet: viável ou inviável?. Psicologia: ciência e profissão. Vol. 34, n. 1 (2014), p. 18-31.
- (1) Anderson, K. N., Goldsmith, P., & Gardiner, A. (2014). A pilot evaluation of an online cognitive behavioral therapy for insomnia disorder – targeted screening and interactive Web design lead to improved sleep in a community population. Nature and Science of Sleep, 6, 43–49. http://doi.org/10.2147/NSS.S57852
- (1) Bouma, G., Admiraal, J. M., de Vries, E. G., Schröder, C. P., Walenkamp, A. M., & Reyners, A. K. (2015). Internet-based support programs to alleviate psychosocial and physical symptoms in cancer patients: A literature analysis. Critical reviews in oncology/hematology, 95(1), 26-37.
- (2) Melchiori, Juan Andrés, Sansalone, Paula Andrea y Borda, Tania (2011). PSICOTERAPIAS ONLINE: APORTES Y CONTROVERSIAS ACERCA DEL USO DE LOS RECURSOS QUE OFRECE INTERNET PARA LA PSICOTERAPIA. III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVIII Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
- (2) José Tomás da Silva , Teresa Sousa Machado, José Pacheco Miguel Universidade de Coimbra. Atitudes acerca do Aconselhamento Online e o Aconselhamento Face a Face Attitudes about Online Counselling and Face-to-Face Counselling. REVISTA DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN eISSN: 2386-7418, 2015, Vol. Extr., No. . DOI: 10.17979/reipe.2015.0.03.324
- Thompson, Ryan Baird, “Psychology at a Distance: Examining the Efficacy of Online Therapy” (2016). University Honors Theses. Paper 285.
- American Psychological Association (2013). Guidelines for the practice of telepsychology
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- Bouchard, S., Payeur, R., Rivard, V., Allard, M., Paquin, B., Renaud, P., and Goyer, L. (2000). Cognitive behavior therapy for panic disorder with agoraphobia in videoconference: Preliminary results. CyberPsychology & Behavior, 3(6), 999–1007.
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