Tengo puesta ortodoncia desde hace varios años ya, lo que significa que debo visitar al odontólogo por lo menos una vez por mes. Ya estoy acostumbrada y generalmente no me da miedo, pero puedo entender los miles de aspectos de ir al dentista que podrían darle miedo a alguien. El hecho de estar consciente mientras el odontólogo mete toda clase de instrumentos que no sabés para qué son o por qué suenan como de película de terror en tu boca, es un poco estresante. A veces también da miedo que el odontólogo no sea lo suficientemente cuidadoso y te lastime. Esto por nombrar solo algunos ejemplos. Sin embargo lo cierto es que visitar al odontólogo es de vital importancia para tu salud bucal.
Pero ya no tenés que sufrir más pensando que por tu fobia dental te vas a quedar sin dientes, que tampoco es muy lindo de imaginar. La psicología viene al rescate por supuesto. Una nueva investigación del King’s College London sugiere que la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) podría ayudar a muchas personas con fobia dental a superar su miedo de visitar al dentista y así poder recibir tratamiento dental sin necesidad de ser sedados.
Es común sentir ansiedad por visitar al dentista y se puede convertir en fobia cuando tiene un impacto marcado en el bienestar de alguien. Las personas con fobia dental suelen evitar ir al dentista y terminan experimentando más dolor dental, salud oral pobre y un detrimento en su calidad de vida.
La TCC es una terapia a corto plazo ya que comúnmente dura de 6 a 10 sesiones. La misma ha demostrado ayudar a personas con varios problemas psicológicos, especialmente en trastornos relacionados a la depresión y ansiedad. Tanto las intervenciones cognitivas como las conductuales han mostrado ser exitosas al reducir la ansiedad dental e incrementar la asistencia a la cita odontológica.
El presente estudio se fijó en las características de 130 pacientes (99 mujeres y 31 hombres) que asistían a un servicio de TCC dirigido por un psicólogo y los resultados de sus tratamientos. Se encuestó a los pacientes que asistían a una clínica dirigida por el King’s College London Dental Institute Health Psychology Service at Guy’s y el St Thomas’ NHS Foundation Trust; se les preguntó sobre sus niveles de ansiedad dental, ansiedad general, depresión, pensamientos suicidas, consumo de alcohol y calidad de vida relacionada con la salud oral.
El 79% asistió a su tratamiento dental sin necesidad de ser sedado
De las personas evaluadas, tres cuartos obtuvieron un puntaje de 19 o más en el Modified Dental Anxiety Scale (Escala de Ansiedad Mental Modificada o MDAS), lo que indica fobia dental. Con respecto al resto de los participantes, todos puntuaron alto en uno o más puntos del MDAS, lo que sugiere un temor específico a algún aspecto de la odontología. El miedo a las inyecciones dentales y el taladro dental fueron los ítems con más alta puntuación en la mayoría de los casos (comprensiblemente). Casi todos los pacientes (94%) informaron de un efecto en cadena de problemas con los dientes, la boca o las encías y la calidad de la vida.
Se encontró además que una proporción de los pacientes encuestados tenían otras condiciones psicológicas: el 37% presentaban altos niveles de ansiedad general y un 12% de los pacientes tenían niveles de depresión clínicamente significativos. El 12% de los pacientes reportó pensamientos suicidas y 4 de ellos reportaron un intento reciente de cometer suicidio (se tomaron acciones inmediatas basados en las guías de servicio locales).
De todos los pacientes referidos, el 79% asistió a su tratamiento dental sin necesidad de ser sedado y un 6% recibió tratamiento bajo el efecto de sedantes. El promedio de citas de TCC requeridas antes de que un paciente recibiera tratamiento sin sedantes fue de 5.
El Profesor Tim Newton del Dental Institute at King’s College London y autor principal del estudio dijo: “Las personas con fobia dental son comúnmente sedadas para permitirles relajarse lo suficiente por un período de tiempo corto con el fin de poder realizarles su tratamiento dental. Sin embargo, esto no los ayuda a superar su miedo a largo plazo. El objetivo principal de nuestro servicio de TCC es que los pacientes sean capaces de recibir tratamiento dental sin la necesidad de sedarlos, al trabajar con cada paciente individual, poniendo metas que vayan de acuerdo con sus prioridades. Nuestro estudio muestra que luego de cinco sesiones de TCC, la mayoría de las personas pueden ser tratadas por su dentista sin necesidad de ser sedados.”
Newton agrega también lo siguiente:
“Sin embargo, existe una necesidad para las personas con fobia dental de ser evaluadas cuidadosamente por profesionales entrenados en TCC que trabajen con los profesionales de la salud dental. Algunos de los pacientes que nos refirieron estaban experimentando dificultades psicológicas adicionales, y necesitaban futuras referencias y otro manejo de la situación. La TCC ofrece una forma de reducir la necesidad de sedación en personas con fobia, pero todavía habrán personas que necesitan sedación, ya sea porque requieren un tratamiento dental de urgencia o porque los tratamientos sean particularmente invasivos. Nuestro servicio debe ser visto como un complemento de los servicios de sedación y no como una alternativa, los dos juntos proporcionarían una vía de atención integral para el beneficio último de los pacientes “.
Un estudio reciente co-escrito por el Profesor Tim Newton, mostró que las mujeres informaron más sobre fobias dentales que los hombres en la Encuesta de Salud Dental del Adulto 2009. Las personas con fobia dental tenían más probabilidades de provenir de lugares de bajos ingresos, tener más caries en los dientes y sufrir de una salud oral más pobre.
Una vez más vemos la variedad de situaciones en las que la psicología puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas.
Fuente: King`s College London