ChatGPT ha roto todas las reglas:
Cada diciembre, la revista Nature elige a diez protagonistas de algunas de las historias más relevantes para la ciencia ese año. En la selección que presenta hoy de 2023, por primera vez, ha incluido a un ente que no es humano. ChatGPT, un robot capaz de responder a preguntas y mantener conversaciones de una forma más o menos inteligente, ha ayudado a escribir trabajos académicos, ha resumido artículos científicos y ha elaborado documentos que han servido para pedir ayudas de investigación. Además, ha intensificado el debate en torno a los límites de la inteligencia artificial, la naturaleza de la inteligencia humana y el modo en que se tienen que regular estas nuevas tecnologías.
Aunque se reconoce como protagonista a una máquina, en la selección de Nature también se incluye a uno de sus creadores. Ilya Sutskever, científico jefe y confundador de OpenAI, la organización que creó ChatGPT, es una de las mentes en la vanguardia de la inteligencia artificial generativa. Él vio esta compañía, regada con miles de millones de euros por Microsoft, como una oportunidad para desarrollar una inteligencia artificial general, capaz de superar a la de los humanos y de desarrollar su propia consciencia. En los últimos meses había dirigido sus esfuerzos hacia la creación de un método que permita dirigir y controlar sistemas de inteligencia artificial más inteligentes que los humanos.