Sergio Parra para Xakataciencia:
Contrarrestar a los gurús de salud es especialmente difícil cuando ofrecen el irresistible cóctel de lenguaje médico mezclado con una estética mucho más sugestiva que la medicina. El marketing aflora en un ámbito donde las condiciones de los pacientes son diagnosticadas con metáforas (“fatiga suprarrenal”) y tratadas con poesía (albahaca santa, caldo de hueso, sal marina del Himalaya).
¿Soluciones? Pocas. Acaso los médicos debería entablar con más frecuencia conversaciones públicas sobre la salud, incluso en las redes sociales. Si no lo hacen, la discusión estará dominada por los apasionadamente desinformados, que crean confianza solo para vender curas falsas. Y se debe escuchar a los pacientes, mostrando cuidado y comprensión. Se debe asumir el difícil desafío de inspirar y motivar con la verdad. A pesar de que las condiciones actuales tampoco lo faciliten.
La pseudoterapias se aprovechan de esas explicaciones seductivas que dan una “nueva luz”, una luz incuestionable, que sorprendentemente ningún estudio científico ha podido descifrar, que nunca falla y que si en algún caso excepcional no funciona, no por culpa del método, sino porque la persona no creyó lo suficiente o porque no siguió las indicaciones que le dió el “experto”. Los vendedores de humo siempre tendrán excusas creativas y nunca reconocerán que sus métodos o sus supuestos descubrimientos no funcionan y son pura palabrarería barata.