Esther Armora para el diario ABC:
Son, en su mayoría «hijos de la pandemia», niños que han crecido con «canguro digital» que pasean, comen, y muchos de ellos se acuestan y se despiertan con la estridencia de los estímulos visuales y sonoros de una pantalla pero sin el ‘feed-back’ que proporciona la interacción con sus padres o tutores. Ese abuso de tabletas y móviles altera, según alertan los especialistas, el desarrollo natural del cerebro en los menores. «Se expone a su cerebro, aún inmaduro, a una gran cantidad de estímulos que no está preparado para procesar y eso tiene consecuencias en el desarrollo», señala la doctora María del Pilar Mallada, del centro de salud de Rebolería de Zaragoza. Sabe de lo que habla. Según explica, en una sola semana, en agosto del año pasado, derivó hasta tres niños desde su centro de salud hacia los especialistas tras constatar déficits de adquisición del lenguaje de esos menores.