Cada vez más se cuestiona el uso de antidepresivos. Esta vez la revista académica The Lancet publicó los datos de un gran metanálisis que sugiere que la mayoría de los antidepresivos recetados en niños y adolescentes no son tan efectivos como se hace creer y, en algunos casos, incrementarían el riesgo de pensamientos y conductas suicidas.
Depresión en niños y adolescentes
La sintomatología depresiva infantil puede diferir de la depresión que se presenta en adultos y suele confundirse con otros trastornos –TDAH, por ejemplo– o con la “rebeldía de la adolescencia”. En los niños, la depresión se presenta con mayor irritabilidad, conductas agresivas, problemas en la escuela y serias deficiencias sociales, lo que a su vez puede incrementar el riesgo de pensamientos e intentos suicidas.
Las guías de tratamiento han enfatizado que las personas que sufren de depresión –en especial los niños– deben empezar con tratamientos psicoterapéuticos basados en la evidencia, como la terapia cognitivo conductual, activación conductual o la terapia interpersonal. También resaltan que los psicofármacos sólo se deben usar como último recurso, con mucha precaución, en dosis controladas y por periodos de tiempo específicos. Estas medidas de seguridad se deben a que todavía no se sabe con certeza qué efectos pueden producir los antidepresivos a corto y largo plazo en los cerebros en desarrollo de los niños y adolescentes. Lamentablemente en muchos países se hace caso omiso a estas guías y el tratamiento parte con los psicofármacos y luego como un añadido, como una opción, la psicoterapia.
El metanálisis
El Dr. Andrea Cipriani, médico del departamento de psiquiatría de la Universidad de Oxford, en conjunto con otros investigadores de diferentes partes del mundo, desarrollaron un exhaustivo análisis estadístico sobre la efectividad de 14 antidepresivos comúnmente recetados para la depresión infantil en 34 ensayos publicados en revistas científicas, y que incluyeron a más de 5200 niños y adolescentes. Los análisis no sólo evaluaron la efectividad, sino también la tolerancia (cuántos pacientes dejaron el tratamiento por sus efectos secundarios), aceptabilidad (discontinuación debido a cualquier causa) y daños asociados a su consumo (pensamientos e intentos suicidas). Lee la investigación completa aquí.
Al comparar esa enorme cantidad de datos, los investigadores descubrieron que la Fluoxetina, comercialmente llamada Prozac, fue el único antidepresivo que demostró beneficios superiores al placebo1. En cambio, la Nortripilina demostró ser signifificativamente menos efectiva que otros siete antidepresivos y el placebo. La Imipramina, Venlafaxina y Duloxetina, fueron las más descontinuadas debido a los severos efectos adversos que provocaban. En especial la Venlafaxina, la cual se relaciona con el incremento de pensamientos e intentos suicidas.
El Dr. Cipriani en una entrevista en el podcast The Lancet, explicó que estos datos son generales y que esta investigación también tiene sus limitaciones. En especial porque no pudieron evaluar individualmente los datos de los participantes o, como se dice en la jerga psicológica, el caso a caso, lo que pudo limitar la comprensión de la extensión de la inefectividad de los antidepresivos.
El problema es más complicado.
Conflictos de intereses en las investigaciones anteriores sobre la efectividad de los antidepresivos en niños
Lo más preocupante que encontró esta investigación fue que el 65% de los ensayos evaluados habían sido financiado por la industria farmacéutica. También se halló que los estudios eran muy sesgados y que poseían poca evidencia que sustentara la efectividad de los tratamientos psicofarmacológicos que habían evaluado.
Esto es muy preocupante. Ya no son estudios aislados que nos alertan de los sesgos de publicación relacionados a los antidepresivos. Cada día se suman análisis más detallados que sugieren que los antidepresivos que los niños reciben no tienen el sustento científico que ofrezca ventajas en el tratamiento y, en algunos casos, hasta podrían poner la vida de los niños en riesgo.
Los autores del estudio hacen un serio llamado de atención a la comunidad médica y psicológica. Es de suma urgencia que se desarrollen mecanismos de monitoreo de los adolescentes con problemas de estado de ánimo y que puedan recibir la ayuda necesaria apropiada según la naturaleza y complejidad del problema al que se enfrentan.
Puedes escuchar el audio de la entrevista, en inglés, que hizo The Lancet al Dr. Cipriani. En esa entrevista explica detalladamente los análisis que hicieron y el alcance de sus resultados.
Nota del editor: si estás tomando antidepresivos, no los dejes ni modifiques sin consultar con tu clínico antes. Aún no hay datos definitivos sobre a qué personas pueden serle útiles o necesarios los antidepresivos, por lo cual toda decisión al respecto debe ser consultada con un psiquiatra. Existen varios tratamientos psicológicos con distintas perspectivas que han demostrado ser tan eficaces para la depresión como los antidepresivos a corto y a largo plazo (hemos mencionado algunos aquí, y en este link hay una lista más detallada), por lo cual quizá también quieras considerar preguntar a tu psicólogo o psiquiatra sobre alguno de ellos, sobre qué tan eficaz sería en tu caso y qué podrías esperar al respecto.
Fuente: CBS News
- La Fluoxetina demostró, según los datos generales, mayor efectividad que el placebo. Sin embargo, esos resultados no generan mucha confianza cuando más del 60% de los estudios habían sido financiado por las farmacéuticas. ↩