Daniel Mediavilla para El País:
Las leches de fórmula, como muchos otros productos de consumo, utilizan la ciencia para venderse. Algunas de las atribuciones más frecuentes son que benefician el desarrollo del cerebro o del sistema inmunológico del bebé o que favorecen su crecimiento. Sin embargo, según un artículo publicado hoy en la revista BMJ, la mayor parte de esas virtudes saludables que aparecen en los paquetes o en los anuncios de los sustitutos de leche materna tienen escasa o ninguna evidencia científica.
Los investigadores analizaron las páginas webs o la forma de vender los productos de fórmula en 15 países entre 2020 y 2022. De 608 productos elegidos, sobre un 53% de los productos se decía que ayudaban en el desarrollo del cerebro o el sistema nervioso, un 39% que fortalecía el sistema inmunitario y un 37% que favorecía el crecimiento y el desarrollo del bebé. Sin embargo, cuando los autores, liderados por Daniel Munblit, del Imperial College de Londres, comprobaron estas afirmaciones, vieron que la mitad de ellas se hacían sin identificar el ingrediente benéfico y en un 74% de los productos no se ofrecía ninguna referencia científica para justificar los atributos publicitados.
Cómo siempre hay que ser muy cuidadoso con la publicidad y las promesas que ofrecen estos productos.