En el siglo XIX, el fisiólogo vienés Franz Joseph Gall puso un formidable pulgar en la balanza del debate “naturaleza versus crianza” cuando propuso una solución simple –y, como sabemos ahora, falsa– al viejo enigma. Todo lo que necesita saber sobre el carácter de alguien, argumentó, podría predecirse por la forma de diferentes regiones del cerebro y, por extensión, los contornos de su cabeza. Que la frenología, como se la conoció, se basaba en conjeturas más que en empirismo, era evidente para muchos científicos de la época. Aún así, se hizo popular en la conciencia pública y, a menudo, con siniestras consecuencias. Esta animación de BBC Reel proporciona una breve historia de la frenología, arrojando luz sobre por qué las explicaciones fáciles a menudo ganan terreno sobre el empirismo riguroso, y cómo la pseudociencia a veces puede abrir puertas de entrada a lo real.
Video por BBC Reel
Fuente: Aeon