A través de diversas iniciativas que favorecen la inclusión y la diversidad, entre las que se incluyen ONGs como APAdeA, y en el marco del proyecto global “Autism At Work“, creado por la desarrolladora de software SAP, es que por primera vez en Argentina, una empresa contrata a personas con TEA para cubrir búsquedas laborales.
El proyecto Autism At Work, comenzó a funcionar en el año 2012, y tienen como meta para el año 2020 que el 1% de su planta de trabajo, sean personas con autismo. Actualmente tienen a más de 100 personas con esta condición, trabajando por el mundo.
Nuevos horizontes laborales
La prevalencia del autismo se incrementó notablemente en los últimos años. El Centro de Control de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos, indica que de cada 68 niños, uno posee TEA. La proporción de personas con autismo del sexo masculino es significativamente mayor, habiendo una relación de 5 a 1.
Esto genera no solo desafíos en cuanto a los sistemas de salud, que deben adecuarse a una mayor demanda de tratamientos, a la vez que necesitan disponer de los mejores posibles. También propone desafíos en el mercado laboral, dado que aquellos sujetos diagnosticados que hoy son niños, crecerán y tendrán necesidad de trabajar.
Los cambios que se vienen dando en el mundo del trabajo desde hace unos años, que tienden a la incorporación de personas con distintos tipos de capacidades; son positivos a la luz de la mayor prevalencia de casos de TEA.
En determinadas áreas, contar con personas con autismo puede significar ventajas adaptativas. Dentro de las habilidades que pueden ofrecer estas personas, se encuentra la “facilidad que pueden poseer para encontrar patrones y anomalías en la información, hacer foco y entregar altos estándares en trabajos, atributos muy necesarios en el análisis de datos, diseño de software y multimedia.”
Constanza Quiñones, Directora de Recursos Humanos de SAP, comenta:
“Buscamos los mejores talentos y en un ambiente diverso que promueva la innovación es importante incorporar distintas visiones. La perspectiva de una persona con autismo es un complemento adicional a las del resto de los miembros del equipo y amplía la capacidad de innovación.”
Algunas Experiencias
Francisco, de 30 años de edad, hace solo 3 descubrió que padece Síndrome de Asperger, una condición presente dentro de los Trastornos del Espectro Autista. Para conocer algunas características del síndrome de Asperger, pueden hacer click aquí, aquí y aquí.
Respecto a sus experiencias en sus trabajos, relata:
“Chocaba constantemente con mis compañeros. Yo no los comprendía, ellos no me entendían. En mis tareas era súper productivo, pero terminás con la autoestima baja porque no podés entablar buenas relaciones.”
Conocer su diagnóstico, permitió darle sentido a sus experiencias:
“Hasta ahí pensaba que yo era la cosa más rara que había en el mundo, pero evidentemente si sacaron todas esas características de alguien más no estaba solo. Me cambió la cabeza y empecé a entender.”
Agrega, en relación a su trabajo también:
“Me libera de esa tensión de que el que tengo enfrente piense que soy un tonto.”
Hoy Francisco se desempeña como analista de servicios financieros, y es una de las 4 personas que forma parte de esta experiencia innovadora en Argentina.
Jésica, diagnosticada hace también 3 años, es desarrolladora de software. Su formación es principalmente autodidacta, algo que lleva haciendo desde pequeña, con su primera computadora, una Comodore 64.
Conoce en carne propia las dificultades de tener que adaptarse a convenciones sociales que muchas veces no comprende, o que tiene que aprender de forma estructurada, a diferencia de las personas que no padecen TEA:
“En otros trabajos me pasó de tener que esconder mis hipersensibilidades sensoriales o que me digan -Vamos a tomar un café- y como yo no quería tomar café dije que no y lo que me estaban proponiendo era tener una reunión”.
Ha estudiado teatro, entre otras actividades, como forma de compensar e instruirse en modos de interacción que no le resultaban naturales:
“Cuando trabajo con padres les digo que no se angustien, que todo es trabajable y a las personas con TEA recientemente diagnosticadas, busquen a otros adultos, yo y otros somos muy abiertos a hablar.”
Si bien en la actualidad las búsquedas realizadas comprenden el rango de lo que se considera autismos leves y de alto funcionamiento, además de que son originadas por rubros muy específicos; este tipo de iniciativas deben celebrarse, ya que el hecho de romper con barreras y prejuicios, como las dificultades que puedan tener personas con TEA para trabajar, pueden alentar a otros sectores a contratar a sujetos con el trastorno, potenciando una visión más inclusiva de la sociedad.