Un equipo de investigadores dirigidos por Survjit Cheeta, reclutó una muestra muy específica de participantes para lograr discernir entre los efectos únicos de la soledad y la depresión en el procesamiento de las expresiones faciales emocionales. En una tarea de procesamiento de emociones faciales, la soledad se vinculó con una mayor precisión en la identificación de caras tristes, mientras que la depresión se vinculó con una menor precisión en la identificación de caras felices. Además, estar solo, deprimido o estar solo y deprimido se asoció con etiquetar mal los rostros neutrales como tristes (Cheeta et al., 2021). Debido a que las dos condiciones a menudo coexisten, es difícil distinguir qué déficits resultan de la combinación de soledad y depresión, y cuáles resultan de la soledad o la depresión por sí solas.
Qué metodología usaron
Con un cuestionario de detección, el equipo identificó y reclutó cuatro grupos: 21 participantes con alta soledad y altos puntajes de depresión, 11 participantes con alta soledad y bajos puntajes de depresión, y 10 participantes con baja soledad y altos puntajes de depresión; y un grupo final de 35 participantes tuvo puntuaciones bajas tanto en soledad como en depresión (grupo de control).
Posteriormente, todos realizaron una tarea de procesamiento de emociones faciales en la que se les mostró, en una pantalla de computadora, un total de 144 caras que expresaban diferentes emociones en diferentes intensidades. Luego, se pidió a los participantes que seleccionaran la emoción que se mostraba en el rostro a partir de una lista de seis opciones: feliz, triste, enojo, miedo, disgusto o sorpresa.
Qué encontraron
Los investigadores hallaron que:
- La soledad por sí sola se asoció con una mayor precisión en la identificación de rostros tristes, lo que es consistente con hallazgos anteriores que muestran que las personas solitarias son especialmente sensibles a ciertas señales emocionales. Sin embargo, la soledad por sí sola también se vinculó con una precisión reducida en la identificación de rostros temerosos, lo cual es inconsistente con este punto de vista.
- La soledad también se asoció con una menor probabilidad de etiquetar las caras neutrales como felices, lo que está en línea con estudios anteriores que muestran un sesgo de procesamiento negativo entre las personas solitarias.
- La depresión por sí sola se vinculó con una precisión reducida en la identificación de caras felices, lo que sugiere un sesgo negativo entre las personas deprimidas que limita su precisión en el reconocimiento de caras felices.
- Algo novedoso fue que la soledad y la depresión comórbidas se asociaron con la identificación errónea de rostros neutrales como tristes. Curiosamente, tanto la soledad por sí misma como la depresión por sí sola también se asociaron con la identificación errónea de rostros neutrales como tristes.
En base a estos resultados, los autores señalan la importancia de tratar tanto la soledad como la depresión al abordar los déficits en el procesamiento de las emociones.
Cheeta y su equipo señalan que el diseño de su estudio les exigía reclutar participantes que solo estaban solos y no deprimidos, así como participantes que solo estaban deprimidos pero no solos. Los desafíos de reclutar a estos grupos específicos de individuos llevaron a tamaños de muestra variables en los cuatro grupos, lo que puede haber afectado sus hallazgos.
Referencia bibliográfica: Cheeta, S., Beevers, J., Chambers, S., Szameitat, A., & Chandler, C. (2021). Seeing sadness: Comorbid effects of loneliness and depression on emotional face processing. Brain and Behavior, 11(7), e02189. https://doi.org/10.1002/brb3.2189
Fuente: Psypost