No habré sido la única que ha notado en los últimos cinco años el aumento en la publicación de contenido sexual explícito y ofensivo en las redes sociales, ¿verdad?
Un estudio realizado por Universidad de Plymouth viene a esclarecer el motivo que podría estar llevando a los adultos jóvenes a compartir este tipo de contenido ofensivo en Facebook, y la razón podría ser que la comunidad cibernética respalda esta conducta.
De acuerdo con los resultados de la investigación, conducida por la Dr. Claire White de la Facultad de Psicología, publicar este contenido obsceno e inadecuado no sería sólo una cuestión de impulsividad sino una estrategia deliberada para sentirse “integrado” en una cultura social que hace que las personas se sientan bien por hacer estas cosas.
¿Suena demasiado distópico?
Hace un par de años, Umberto Eco hablaba al respecto y decía las cosas con una claridad muy cruda que nos atrevemos a citar:
“Si la televisión había promovido al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad”
No es el primer estudio relacionado con el tema, documentos existentes demuestran que la impulsividad es predictiva en las conductas de toma de riesgos en línea, sin embargo, esta información adicional viene a aportar una sugerencia útil (y también incómoda) de las motivaciones detrás de los comportamientos inapropiados de los jóvenes, y es una percepción completamente distorsionada de los principios de convivencia social, el innegable establecimiento de un dadaísmo mal entendido y desagradable en las redes.
Como parte del estudio, los investigadores diseñaron una escala de exposición al riesgo relacionada con la publicación de imágenes o textos inapropiados en jóvenes adultos de Italia y Gran Bretaña. También evaluaron el nivel de auto-monitoreo e impulsividad de las personas, lo que White define como un factor contraintuitivo, ya que uno asumiría que si existe un auto-monitoreo adecuado cada persona se cuestionaría sus propias acciones y afrontaría las consecuencias… algo que no ocurre.
En cambio, un auto-monitoreo elevado implica un riesgo igualmente alto de publicar contenido inapropiado. Esto, opina White, sugiere que el asunto no tiene nada que ver con ser o no impulsivo y potencialmente ofensivo, sino con la percepción de que está bien compartir textos e imágenes relacionadas con el abuso de drogas y alcohol, sexo irresponsable, información personal y material ofensivo.
La única diferencia entre las nacionalidades, indica White, es que los estudiantes británicos tendían más a publicar comentarios e imágenes relacionadas con su propio consumo de drogas y alcohol, mientras que los italianos preferían compartir contenido ofensivo e información personal.
“Todo esto sugiere que hay una enorme cultura mediática social que motiva este tipo de comportamientos riesgosos”. Eco estaría de acuerdo.
Fuente: Science Daily; Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking