Muchas veces achacamos los problemas de pareja a la falta de comunicación y, sin embargo, eso no es del todo cierto. Si bien hay un porcentaje de casos de parejas con problemas en su relación cuyo mayor obstáculo es la falta de comunicación, en muchos otros se trata de una mala práctica a la hora de conversar. Más aún, a menudo, la falta de comunicación es el resultado de haber intentado comunicarse previamente y haber fracasado, por lo que la pareja entra en una “estrategia de supervivencia” que consiste en no iniciar ningún tipo de conversación con el objetivo de evitar las discusiones.
La conversación es una herramienta vital para el funcionamiento de una relación, ya que es uno de los mejores recursos que tiene la pareja para intercambiarse mensajes gratificantes de forma mutua, algo que refuerza positivamente la pareja. Sin embargo, también puede convertirse en un foco de conflictos e intercambios negativos si se usa de forma incorrecta.
Un ejemplo claro puede ser el de una pareja en la que uno de sus integrantes prefiere evitar el contacto con el otro porque éste habla demasiado sobre sí mismo sin darle a la otra parte la oportunidad de expresarse o de exponer su opinión sobre el tema que están tratando. En estos casos, la parte a la que no se le permite expresarse activa un mecanismo de defensa, permaneciendo en silencio o haciendo otras cosas mientras tanto, ya sea ver la televisión, escuchar la radio, navegar por Internet, etc.
La conversación es una herramienta vital para el funcionamiento de una relación
Es por eso que, en una terapia de pareja, el entrenamiento en las capacidades y habilidades de comunicación constituyen uno de los ejes centrales, puesto que estas habilidades son una herramienta vital para conseguir que los miembros de la pareja vuelvan a sentirse bien el uno con el otro.
En la mayoría de los casos, el entrenamiento para la capacidad y las habilidades de comunicación incluye los siguientes elementos básicos:
- Aprender a formular las preguntas de forma positiva, sin incitar a un enfrentamiento de forma voluntaria o involuntaria.
- Aprender a escuchar, a tener la paciencia necesaria para mostrar atención hacia la otra persona y a ser comprensivo y empático con lo que nos intente explicar o hacer entender.
- Aprender a llevar una conversación y a lo que ello conlleva: tomar y pasar la palabra, dejar que el otro hable con libertad y tranquilidad, no alterar el tono de la conversación para evitar enfrentamientos, cambiar de tema o cerrar la conversación.
Es importante recordar que los elementos más importantes dentro de una pareja son la relación, la interacción entre las partes y el buen intercambio (dar y recibir de forma equitativa), por lo que es importante evaluar este dinamismo y buscar en él las posibles causas de la crisis de una pareja.
Te recomendamos visitar la web de Centro de Psicología López de Fez, donde encontrarás ayuda terapéutica, artículos y servicios de psicología.