Los pacientes con el síndrome del miembro fantasma sufren de sensaciones y terribles dolores provenientes del miembro que les fue amputado.
Varías teorías se han desarrollado sobre este extraño síndrome: algunos consideran que las sensaciones se deben a que el cerebro continuaba recibiendo las señales de los nervios que estaban en el miembro amputado. Otras explicaciones más modernas sugieren que la causa del dolor y de las sensaciones no está en las terminaciones nerviosas sino en el cerebro, el cual continúa enviando señales eléctricas desde las áreas dedicadas al miembro amputado porque no reciben los estímulos que provenían de ese miembro.
Una reciente investigación proveniente de Japón, apoya la idea de que la causa está en el cerebro. Con la diferencia que considera que el dolor se debe a una reorganización de las conexiones neuronales, y que a partir de la amputación se genera un “cruce” de los cables neuronales responsables del movimiento y las sensaciones que a su vez generan las sensaciones y dolores que los pacientes experimentan. Según sus autores, este novedoso estudio no sólo ofrece una mejor comprensión del síndrome del miembro fantasma sino que además abre nuevos caminos de tratamiento.
La investigación se valió de un moderna interfaz robótica-cerebral que permitió entrenar a 10 sujetos amputados para controlar un brazo robótico con su cerebro. Gracias a esta técnica, pudieron encontrar que los sujetos experimentaban dolor cuando intentaban mover el brazo robótico a través de la asociación de su brazo amputado. Pero la investigación no quedó ahí. Los investigadores entrenaron a los pacientes para que movieran el brazo robótico a través de la asociación de su otro brazo y fue aquí donde encontraron que esta técnica redujo significativamente el dolor que experimentaban.
Lo que significa que sus hallazgos podrían ser aplicados no solo a los pacientes que sufrieron alguna amputación, sino también para aquellos que sufren de dolor crónico.
Hay mucha esperanza en estas terapias, pero lamentablemente los autores explican que sus resultados fueron temporales y que la tecnología empleada es todavía muy costosa para salir a los centros médicos y que tal vez sea rentable en 10 años o más.
Si deseas conocer con más detalle el desarrollo de esta investigación te sugiero que leas paper publicado en la revista Nature Communications
Fuente: ScienceDaily