Investigadores han encontrado recientemente una relación entre el comportamiento de ansiedad en ratas, así como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) en veteranos militares, con el aumento de mielina, una sustancia que acelera la comunicación entre las neuronas, en áreas del cerebro asociadas con las emociones y la memoria (Long et al., 2021). Esto significa que el estrés agudo está asociado con una mayor mielinización de axones en áreas del cerebro asociadas con la memoria y las emociones, para los grupos estudiados.
Estas áreas en la materia gris del cerebro normalmente están ligeramente mielinizadas. Dado que la mielina acelera la comunicación en el cerebro, el aumento de la mielinización puede estar haciendo que algunos circuitos neuronales sean hipersensibles a los recuerdos del trauma.
Por qué es importante
Los resultados brindan una posible explicación de por qué algunas personas son resilientes y otras vulnerables al estrés traumático, y para los diversos síntomas: comportamiento de evitación, ansiedad y el miedo, por ejemplo, provocado por el recuerdo de tal estrés.
Si, como sospechan los investigadores, el trauma extremo provoca el aumento de la mielinización, los hallazgos podrían conducir a tratamientos (medicamentos o intervenciones conductuales) que prevengan o reviertan la producción de mielina y disminuyan las secuelas del trauma extremo.
Qué es la mielina
La mielina es una capa de sustancias grasas y proteínas que envuelve los axones de las neuronas, esencialmente, el aislamiento alrededor del cableado del cerebro, para facilitar la transmisión de señales a larga distancia y, por lo tanto, la comunicación entre áreas distantes del cerebro. Las regiones internas del cerebro se ven blancas (de hecho, se les conoce como “materia blanca”) debido a la mielina que recubre los muchos haces grandes de axones allí.
Según la investigación que comentamos, una mayor mielinización de los axones en la llamada “materia gris”, donde residen la mayoría de los cuerpos celulares de las neuronas y la mayor parte del cableado está menos aislada con mielina. La mielinización adicional se encontró principalmente en áreas asociadas con la memoria.
Qué metodología usaron
Los investigadores realizaron resonancias magnéticas cerebrales de 38 veteranos (la mitad con TEPT, la otra mitad sin) y encontraron un aumento en la mielinización en la materia gris de las personas con TEPT en comparación con la observada en los cerebros de los que no tenían TEPT.
Otro equipo de investigación trabajó con ratas adultas sometidas a un evento estresante agudo, y encontró un aumento similar en la mielinización en la materia gris de estos animales. Si bien no todas las ratas mostraron efectos a largo plazo por el estrés, al igual que no todos los veteranos traumatizados desarrollaron TEPT, las que lo hicieron tuvieron una mayor mielinización en áreas específicas del cerebro asociadas con síntomas particulares de estrés que eran idénticos a los encontrados en veteranos con TEPT.
Tanto los veteranos con TEPT como las ratas estresadas que mostraban un comportamiento de evitación, por ejemplo, habían aumentado la mielinización en el hipocampo, a menudo considerado como el asiento de la memoria. Aquellos que mostraban una respuesta de miedo habían aumentado la mielinización en la amígdala, que juega un papel clave en nuestra respuesta a las emociones fuertes, como el miedo o el placer. Aquellos que sufrían de ansiedad habían aumentado la mielinización en la circunvolución dentada, una región crítica para el aprendizaje y la memoria.
Las respuestas al estrés
Por otra parte, los investigadores encontraron que las respuestas al estrés son extremadamente variables tanto en personas como en ratas: se dividen en grupos, de modo que algunos son realmente resistentes y otros son vulnerables. Y los que son vulnerables son vulnerables de diferentes maneras: algunos muestran un comportamiento de evitación, otros muestran problemas de aprendizaje por miedo y algunos muestran respuestas de sobresalto que son exageradas.
El nuevo estudio sugiere que los síntomas específicos están relacionados con las áreas del cerebro que se están mielinizando recientemente.
Los investigadores plantean que si pueden mostrar que estos diferentes grupos de síntomas tienen diferentes circuitos neuronales, podrían acercarse a subtipificar a las personas y de esta manera enfocar el tratamiento que reciban.
El estrés agudo estimula los oligodendrocitos
Los investigadores muestran que el estrés produce más células gliales del cerebro, llamadas oligodendrocitos, que envuelven los axones de las neuronas y producen la mielina. El aumento de mielina producido por estos nuevos oligodendrocitos podría afectar la velocidad de las conexiones entre las neuronas, haciendo que algunas conexiones sean hipersensibles.
En la materia gris de la corteza, la mayoría de las dendritas y axones, las proyecciones que salen de las neuronas que ayudan a establecer comunicaciones con otras neuronas, pueden formar miles de conexiones, y la mayoría de ellas no están mielinizadas. Pero si la experiencia lleva a la persona a comenzar a depositar mielina para fortalecer ciertas conexiones, digamos su capacidad para responder rápidamente a un estímulo aterrador, puede acelerar ese circuito, pero pierde el tipo de flexibilidad adaptativa más amplia que normalmente tendría con axones y dendritas en su mayoría amielínicas.
Las personas con TEPT se vuelven casi como músicos de una sola nota: saben cómo responder al miedo, pero esa respuesta mejorada y rápida al miedo puede disminuir su flexibilidad adaptativa para el comportamiento no relacionado con el miedo.
Los autores del estudio encontraron una mayor mielinización de las neuronas en la materia gris de los veteranos con TEPT, pero no en aquellos sin TEPT. Cuanto peores son los síntomas, mayor es la mielinización.
Otros miembros del equipo luego emplearon un tipo de terapia génica viral para acelerar un factor de transcripción, llamado olig1, que aumenta la producción de oligodendrocitos a partir de células madre en la materia gris. Cuando inyectaron el virus en la circunvolución dentada de ratas, los investigadores descubrieron que esto aumentaba la cantidad de oligodendrocitos y generaba síntomas de evitación, incluso sin estrés. Consecuentemente, encontraron que es posible cambiar el comportamiento si se cambia la génesis de los oligodendrocitos.
Actualmente, los autores están colaborando en estudios adicionales, incluida la búsqueda de un aumento de mielina en los cerebros de pacientes con TEPT que han muerto, la mejora de las imágenes de resonancia magnética funcional de la mielina en el cerebro, la investigación de los efectos del estrés crónico en las conexiones cerebrales de las ratas y el uso de nueva imagen de alta resolución para estudiar la deposición de mielina en la materia gris.
Referencia: Long, K. L. P., Chao, L. L., Kazama, Y., An, A., Hu, K. Y., Peretz, L., Muller, D. C. Y., Roan, V. D., Misra, R., Toth, C. E., Breton, J. M., Casazza, W., Mostafavi, S., Huber, B. R., Woodward, S. H., Neylan, T. C., & Kaufer, D. (2021). Regional gray matter oligodendrocyte- and myelin-related measures are associated with differential susceptibility to stress-induced behavior in rats and humans. Translational Psychiatry, 11(1), 631. https://doi.org/10.1038/s41398-021-01745-5
Fuente: Science Daily