Nora Bar nos informa en el diario La Nación sobre los resultados del primer informe epidemiológico de salud mental, publicado en la revista Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology y que se desarrolló con 3927 personas residentes en las ciudades más grandes de Argentina:
De acuerdo con este trabajo, que relevó los problemas mentales de siete regiones del país, casi uno de cada tres sufrirá una de estas patologías en algún momento de su vida, y entre las más frecuentes están los trastornos de ansiedad. Los padece más del 16% de la población. A estos les siguen el abuso de alcohol, los trastornos del ánimo, el abuso de sustancias, el desorden depresivo mayor y los desórdenes conductuales disruptivos.
Argentina vive frecuentemente en un ambiente de incertidumbre económica y social — alza del dólar, cambios en las políticas publicas, etc.— lo que puede afectar directamente los niveles de estrés y la prevelencia de los trastornos de ansiedad.
Pero lo más interesante del artículo es que Argentina es uno de los países con mayor numero de psicólogos per capita del mundo pero su población tiene poco acceso a los tratamientos recomendados para estos trastornos. El artículo sostiene que esto puede ser causado por el estigma que ronda a los trastornos mentales y/o que la población se habitúa a vivir evitando lo que les provoca ansiedad, como es el caso de las fobias específicas.
No obstante, yo creo que también hay otra explicación posible y se relaciona con la falta de adherencia de muchos psicólogos a las recomendaciones y tratamientos basados en la evidencia. La psicología cuenta con tratamientos que han demostrado ser efectivos para este tipo de trastornos pero lamentablemente muchos psicólogos los ignoran o evitan porque no se adapta a sus preferencias personales, lo que repercute negativamente en el tratamiento y bienestar de sus pacientes haciéndolos gastar muchísimo dinero y tiempo en tratamientos que no cuentan con evidencia.
Sé que algunos pueden estar aburrido del argumento de los tratamientos basados en evidencia, pero este es un excelente de la urgente necesidad que hay.
Lee el artículo completo en La Nación.
Referencia al estudio completo: Cía, A.H., Stagnaro, J.C., Aguilar Gaxiola, S. et al. Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol (2018) 53: 341. https://doi.org/10.1007/s00127-018-1492-3