Una reciente investigación explica por qué la ketamina tiene rápidos efectos antidepresivos. Este efecto está directamente relacionado con las señales cerebrales electrofisiológicas asociadas con la plasticidad neuronal. La ketamina puede ayudar a aliviar la depresión al facilitar que los pacientes actualicen su modelo de realidad, al revertir la insensibilidad al error de predicción en la depresión.
La ketamina no aumenta las monoaminas en el cerebro como lo hacen los antidepresivos comunes, sino que aumenta la plasticidad neuronal (capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones entre neuronas, favoreciendo el aprendizaje y la memoria), explica Rachael Sumner, investigadora postdoctoral en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Auckland y autora principal del estudio.
¿Qué metodología se utilizó?
Aunque el aumento de la plasticidad neuronal por ketamina se ha demostrado en roedores, donde se han registrado incrementos en 24 horas, hay que ser cautelosos al aplicar este conocimiento para determinar si ocurre en humanos. Los mecanismos de procesamiento sensorial de la plasticidad, como el proceso auditivo que se examinó en este estudio, proporcionan un medio importante para enfrentar este desafío de la traducción.
Se realizó un estudio transversal de doble-ciego aleatorio con placebo como control. En el mismo participaron 30 personas que cumplían los criterios del DSM-V para trastorno depresivo mayor y no habían respondido a al menos 2 tratamientos reconocidos.
“En este caso usamos lo que se llama una tarea de ‘negatividad de desajuste auditivo’ para evaluar la plasticidad a corto plazo y la codificación predictiva, o la adaptabilidad y tendencia del cerebro para tratar de predecir lo que vendrá después”, dijo Sumner.
Por medio del electroencefalograma (EEG) se midió la actividad cerebral de los participantes mientras escuchaban una secuencia de tonos auditivos que ocasionalmente incluían un ruido inesperado. Al escuchar este ruido inesperado el cerebro genera automáticamente un patrón particular de actividad eléctrica cerebral llamado negatividad de desajuste (MMN por sus siglas en inglés).
¿Cuáles fueron los resultados?
El 70% de los participantes demostró una disminución del 50% o más en sus síntomas de depresión un día después de recibir ketamina.
El equipo de Summer encontró que la ketamina aumentaba la amplitud del MMN varias horas después de la infusión, lo que sugiere que el fármaco aumentaba la sensibilidad al error de predicción.
Los investigadores descubrieron que solo 3 horas después de recibir ketamina, los cerebros de las personas con depresión moderada a severa se volvieron más sensibles en la detección de errores en sus predicciones de la información sensorial entrante.
Los autores explican lo siguiente: “Para proporcionar contexto, el cerebro crea modelos o predicciones sobre el mundo que lo rodea y lo que es más probable que suceda después. En gran parte, se cree que esto se debe a que es una forma eficiente de lidiar con la enorme cantidad de información que llega a nuestros sentidos en cada momento del día. Cuando algo es constante y estable en el mundo estos modelos pueden volverse muy rígidos. Se ha sugerido que estos modelos pueden volverse demasiado rígidos e inmutables, lo que subyace a cavilaciones negativas y creencias sobre sí mismos que las personas con depresión suelen informar”.
El efecto de poca sensibilidad al error de predicción puede observarse en las personas con depresión, para quienes durante la terapia cognitivo conductual (TCC) por ejemplo, les resulta difícil hacer cambios de sus creencias o pensamientos dañinos debido a lo rígidas que se han vuelto sus creencias sobre sí mismos, el mundo que los rodea o su futuro.
Los participantes también completaron una tarea visual para medir potenciación a largo plazo (LTP), que es la capacidad de las neuronas para aumentar la eficiencia de la comunicación con otras neuronas. Un análisis de esos datos encontró evidencia de que los efectos antidepresivos de la ketamina estaban asociados con una mayor LTP.
Para los autores, sus hallazgos indicarían que la ketamina podría estar aumentando la plasticidad y la sensibilidad del cerebro a la entrada de información que señale errores en sus propias expectativas rígidas.
¿Qué limitaciones nombran los autores?
La falta de un grupo de control con personas sanas y un tamaño de muestra relativamente pequeño son las principales limitaciones del estudio, pero los autores confían en que sus futuras investigaciones proporcionen más conocimientos sobre si la ketamina realmente puede ayudar a vencer las cogniciones dañinas.
Según Sumner, el método de presentar pitidos por los auriculares es una forma controlada de medir la plasticidad y la sensibilidad de entradas inesperadas, pero es mucho menos complejo que la propia experiencia de la depresión. Además agrega que se requieren estudios que repliquen estos datos para apuntar y relacionar el cambio en la respuesta de desajuste y la conectividad con funciones cerebrales de nivel superior.
No hay que olvidar que es una droga sobre la que todavía queda mucho por investigar y con la que hay que tener precauciones debido a su potencial de abuso y sus posibles efectos alucinógenos.
Sin embargo, también hay que considerar sus posibles beneficios, ya que los autores consideran que su uso podría incluso ayudar a las personas con depresión a beneficiarse más de la terapia cognitivo conductual, debido a los cambios a nivel cerebral que ellos observaron.
Referencia del estudio: Sumner, Rachael & McMillan, Rebecca & Spriggs, Meg & Campbell, Doug & Malpas, Gemma & Maxwell, Elizabeth & Deng, Carolyn & Hay, John & Ponton, Rhys & Sundram, Frederick & Muthukumaraswamy, Suresh. (2020). Ketamine improves short-term plasticity in depression by enhancing sensitivity to prediction errors. European Neuropsychopharmacology. 38. 10.1016/j.euroneuro.2020.07.009.
Fuente: PsyPost