Ya tienes una excusa científica para jugar Call of Duty. Según una investigación publicada hace unos días en la revista Proceedings of National Academy of Science, los vídeojuegos de acción podrían ayudar a mejorar nuestros modelos mentales predictivos, lo que se podría traducir en un mejor aprendizaje.
Nuestro cerebro realiza constantemente modelos predictivos para saber qué actividad o tarea (conducir, hablar en público, cocinar e incluso realizar una compleja cirugía) está por ocurrir con el fin de ayudarnos a prepararnos y desempeñarnos mejor. Entre más rápidos y precisos sean nuestros modelos predictivos mejores habilidades de aprendizaje tendremos.
Bajo este modelo teórico, un grupo de investigadores de la Universidad de Rochester, dirigido por la Dra. Daphne Bavelier diseñaron una serie de tests para evaluar los efectos de los videojuegos de acción sobre nuestros modelos predictivos.
El primer test consistió en una serie de tareas de predicción de patrones que permitió comparar el rendimiento visual de los jugadores de videojuegos de acción, con el de las personas que no juegan estos vídeojuegos. Sus resultados demostraron que los jugadores de vídeojuegos de acción superaron al grupo control. Según los autores, esto se debe a que el cerebro de los jugadores utilizaba mejores modelos de predicción necesarios para la tarea.
Estos primeros hallazgos despertaron aún más el interés de los investigadores que se preguntaron si eran los vídeojuegos de acción los que provocaban que el cerebro generara mejores modelos predictivos o si eran algo innato de los jugadores habituales.
Para responder a esta pregunta, los autores reclutaron a un grupo de personas con poca experiencia en videojuegos y se les pidió que jugaran 50 horas en el transcurso de nueve semanas. Un grupo jugó videojuegos de acción rápidos como el conocido Call of Duty y otro grupo jugó la misma cantidad de horas de un videojuego de no-acción, muy popular también, llamado Los Sims.
Se les aplicó una tarea de discriminación de patrones antes y después de las 50 horas de juego y se encontró que los jugadores de acción tuvieron mejores modelos predictivos que el grupo que jugó a Los Sims.
Pero esto no fue todo, los investigadores aún no conformes con los descubrimientos utilizaron unas pruebas de modelado neuronal para comprender cómo los videojuegos de acción pueden mejorar nuestros modelos predictivos. Los tests de esta serie consistieron en una serie de tareas de aprendizaje perceptivos y se descubrió que los jugadores eran capaces de construir rápidamente modelos predictivos sobre la marcha del juego ypudieron afinarlos más rápido que los que jugaron otro tipo de vídeojuegos.
Pero, ¿son duraderos los efectos encontrados? Para evaluar su duración, los autores tomaron evaluaciones en varias ocasiones durante el año siguiente a haber terminado las primeras investigaciones. Ellos encontraron que los jugadores entrenados aún superaban a los otros participantes.
Como podemos ver, el equipo de investigadores se tomó un gran trabajo a la hora de diseñar e implementar toda la serie de pruebas que permitió conocer cómo los vídeojuegos de acción pueden afectar y, en este caso, mejorar nuestros modelos predictivos. El equipo ahora está interesado en investigar si otros géneros de vídeojuegos pueden provocar los mismos efectos y esperan poder ofrecernos una respuesta en un futuro próximo.