Enrique Alpañés para El País:
Un estudio que publica este lunes la prestigiosa revista científica Nature Human Behaviour concluye que jugar a videojuegos puede tener un efecto positivo en el bienestar mental, reduciendo la angustia psicológica y mejorando la satisfacción con la vida. El informe destaca por la gran base de datos utilizada (con más de 97.000 participantes) y por haber utilizado cuestionarios y técnicas de machine learning para optimizar los resultados. “Este enfoque nos ha permitido realizar el examen más riguroso hasta la fecha sobre la relación causal entre los juegos y el bienestar mental, yendo más allá de la mera asociación”, señala en un intercambio de mensajes Hiroyuki Egami, científico del comportamiento de la Universidad de Nihon, en Tokio, y autor principal del estudio.
Cómo hicieron el estudio:
Egami y su equipo aprovecharon una situación excepcional para realizar su experimento. Durante la pandemia en Japón, con pocas unidades de videoconsolas disponibles, solo se podía comprar una PlayStation 5 o una Nintendo Switch tras haber ganado un sorteo nacional. Los científicos preguntaron a los participantes en esta extraña lotería por su salud mental y después cruzaron las respuestas de ganadores y perdedores. “Tener una consola redujo la angustia psicológica y mejoró la satisfacción con la vida entre un 0,1 y un 0,6″, destaca Egami. Jugar con regularidad también demostró efectos positivos en la salud mental. Estos eran evidentes durante las tres primeras horas de juego, momento a partir del cual empezaban a desvanecerse. “Pero en ningún caso se observaron efectos nocivos”, matiza Egami. Su equipo realizó un seguimiento durante varios meses y preguntó en momentos aleatorios, no inmediatamente después de jugar. La idea era “desafiar el estereotipo común de que los juegos solo proporcionan euforia temporal o descargas de dopamina”, señala. Sus resultados les dieron la razón, “revelando beneficios duraderos para la salud psicológica”.
La comunidad científica ha dejado de ver a los videojuegos como una amenaza y ha estudiado sus efectos beneficiosos. Cada día se entiende más que los videojuegos no son en sí mismos perjudiciales, sino que más bien todo depende de la función que ocupen en la vida de las personas que los juegan.