Suele suceder que sea un tema que todos conocemos y que podemos charlar socialmente sin problema, pero me pasa frecuentemente que en el consultorio encuentro padres preocupados y hasta exaltados por haber notado que su hijo/a se tocaba los genitales. En muchos casos genera asombro, en otros preocupación y casi siempre el no saber que hacer ni cómo proceder.
¿A qué me refiero con sexualidad en los niños?
Probablemente, si vemos a un niño de 9 años o más con alguna conducta sexual no nos impresione tanto, pero si esto sucede con nuestro hijo/a de 2 o 3 años puede que no reaccionemos igual.
La sexualidad es un proceso dinámico y complejo que se manifiesta a lo largo de la vida, desde que nacemos, de manera distinta según la etapa que estemos transitando. Por lo tanto, en los niños chiquitos es normal que busquen explorar su cuerpo, como van descubriendo las distintas partes del mismo, sus orejas, dedos, ombligo, es esperable que cuando tengan acceso a sus genitales (por que les sacamos los pañales, lo estamos bañando o cambiando) busquen tocarse los mismos, y esto les genere una sensación placentera.
La sexualidad es un proceso dinámico y complejo que se manifiesta a lo largo de la vida
La masturbación infantil es tan normal y esperable como en cualquier etapa de la vida de las personas, por medio de la autoestimulación, es una búsqueda de placer. Por lo tanto, de la forma en que reaccionemos frente al autoerotismo, va a ir marcando la posterior vivencia de la sexualidad en esa personita en formación y crecimiento.
Si lo retamos, les decimos que eso es “algo sucio” que “está mal” o inventamos algunas cosas como antiguamente se decían: “no es algo normal” “trae consecuencias negativas” etc. iremos reprimiendo la sexualidad en ese niño/a. Este tipo de reprimendas se encuentran habitualmente detrás de dificultades en la vida adulta como problemas para disfrutar de la sexualidad, bajo deseo sexual, comunicación deficiente en la pareja sobre temas sexuales, dificultad para llegar al orgasmo, etc. porque han generado que la persona viva su sexualidad cargada de ansiedad.
¿Como se manifiesta la sexualidad?
Según la edad del niño puede haber distintos tipos de manifestaciones:
Preescolar (0 a 5 años)
- Les produce sensaciones agradables tocarse los genitales y lo hacen de vez en cuando. Esta exploración de sus cuerpos la realizan tanto en privado como en público. El tocarse los genitales puede ser por medio de las manos o rozando con objetos.
- Se interesan en sus cuerpos y pueden querer tocar o ver los cuerpos de otras personas.
- A los niños les gusta jugar al “doctor”, a “mamá y papá”, etc.
- Pueden querer observar a otras personas desnudas o querer ser vistos ellos desnudos por otros.
- Realizar conductas como agarrar la mano o dar besos en juegos de novio/novia.
- Interés en hablar de sobre sus genitales como también de ver las partes sexuales de otros niños.
Edad escolar temprana (5 a 9 años)
- Se tocan de una manera más determinada y menos al azar, ya aprendiendo a la diferencia entre lo público y lo privado. El autoerotismo comienza a quedar para el espacio privado del niño.
- Hay mayor conciencia de la preferencia sexual y esto conlleva a que busquen tomarse de la mano con otros niños y besarse.
- Empiezan a sentir excitación sexual al masturbarse, buscando repetir esa sensación con más frecuencia.
- Hay una mayor relación con los pares y los niños pueden buscar tocarse por medio de juegos de contacto
Siempre que reaccionemos negativamente frente a alguna actividad sexual, estamos generando que el niño se asuste
Pre adolescencia (9 a 12 años)
- Aumenta el interés sexual, por lo tanto la masturbación puede ocupar un lugar importante en la vida del preadolescente.
- También pueden comenzar a experimentarse conductas sexuales con otros niños, los que son mayores pueden llegar a experimentar tocarse, frotarse a través de la ropa y hasta besos en la boca.
- Con la llegada de la pubertad, en los varones se comienza a producir la eyaculación y por lo tanto, los conocidos “sueños húmedos”.
¿Qué podemos hacer frente a conductas sexuales en nuestro hijo/a?
Según la edad que tenga, si es muy chiquito, buscar ofrecerle otro entretenimiento, por lo cual se distraiga y direccione su atención hacia otra actividad. En la medida que vaya creciendo se le va explicando que es una conducta de exploración normal, que todas las personas las realizamos, pero que es importante que mantenga su privacidad, por lo tanto, que no lo lleve a cabo en ámbitos públicos. Masturbarse, procurar el placer propio, es una actitud natural que se lleva a cabo en la intimidad como parte del desarrollo de las personas.
Los juegos sexuales en los niños son actividades esperables y saludables en su desarrollo. Siempre que reaccionemos negativamente frente a alguna actividad sexual, estamos generando que el niño se asuste y tal vez no nos cuente de donde sacó ese juego.
El poder comunicarnos abiertamente con nuestro hijo/a nos permite que confíe en nosotros. La comunicación abierta y franca no comienza en la preadolescencia, sino que debe darse desde siempre, adaptándola a la edad del niño/a.
Aprovechar las situaciones que se generen para poder enseñarle a que se conozca su cuerpo, aprenda a nombrarlo (incluyendo los órganos sexuales) y sobre el respeto de la propia intimidad como también de los otros. Esto nos permite enseñarle a cuidarse y prevenir posibles abusos sexuales como también a futuro ser un adulto pleno en su disfrute y goce salud sexual.
¿Tienes consultas? Escríbele un email a Laura Diaz, psicologa especializada en sexualidad.