La premisa ideal de la revolución tecnológica la sitúa como una herramienta destinada a facilitarnos la vida y abrirnos un campo de posibilidades para mejorar nuestro desempeño académico o laboral y nuestras relaciones sociales. No obstante, el vínculo existente entre los usos y abusos de la tecnología y los daños colaterales que esto acarrea a adolescentes en situación de alto riesgo se ha hecho cada vez más evidente.
Investigadores de la Universidad de Duke publicaron recientemente un artículo en Child Development relacionado con los efectos negativos del uso de la tecnología en jóvenes con riesgo de desarrollar desórdenes mentales, a saber:
- Bajos niveles de atención
- Problemas de conducta
- Problemas de auto-regulación
De acuerdo con Madeleine J. George, autora principal del estudio, entre más utilizan la tecnología los jóvenes en situación de riesgo, más tienden a presentar problemas de conducta o un cuadro más acentuado de síntomas de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
Estos resultados fueron derivados de un análisis con base en el tiempo que los adolescentes (una muestra de 151 jóvenes de entre 11 y 15 años con smartphones) invierten cada día en chatear, usar las redes sociales o navegar en la red. Los chicos fueron entrevistados tres veces al día durante un mes y evaluados posteriormente para síntomas de salud mental 18 meses después.
La evidencia final indicó que los adolescentes invierten un promedio de 2.3 horas al día en tecnología digital y que más de una hora de ese tiempo está destinada a chatear, con un estimado de 41 textos enviados al día. Además, se encontró que en aquellos días en que los jóvenes utilizan sus smartphones con mayor frecuencia tienden a presentar más problemas de conducta, como mentir y agredir físicamente a otros.
También se reportó un mayor índice de problemas de atención y síntomas de TDAH.
entre más utilizan la tecnología los jóvenes en situación de riesgo, más tienden a presentar problemas de conducta
Se encontró, por otro lado, que los jóvenes que invirtieron más tiempo estando en línea experimentaron mayores dificultades para regular sus emociones y su comportamiento 18 meses más tarde.
Los investigadores no tienen claro aún si el uso exacerbado de la tecnología podría ser simplemente un marcador de algún síntoma de trastorno mental o si el uso de la tecnología en sí puede acentuar un grupo de síntomas existentes.
Pero seamos honestos: la tecnología no es del todo mala
Los avances tecnológicos no son tampoco una tragedia descomunal, de hecho, la mayoría podría coincidir en que todo depende del uso que se le dé a la tecnología y la finalidad de este.
Los investigadores encontraron en este aspecto que la tecnología digital podría ser muy útil para ayudar a jóvenes con problemas de depresión y ansiedad, y que a medida que este grupo invirtió más tiempo chateando también experimentó menos síntomas en un mismo día.
En conclusión, pasar tiempo en línea podría ser muy positivo para los jóvenes siempre y cuando se establezcan conexiones orientadas a un estilo de vida saludable, el fomento de relaciones interpersonales constructivas y esquemas de pensamiento optimistas.
Fuente: Psychcentral; Duke University/EurekAlert
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