Con vocación dedicada al servicio desde una perspectiva basada en la evidencia científica, José Dahab inició un camino diferente a la propuesta que imperaba en Buenos Aires y eligió la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) para ayudar a los pacientes que acudían a su consulta. Desde entonces, se ha desempeñado como docente adjunto de la cátedra de Análisis y modificación de conducta en la Universidad de Buenos Aires y como codirector de CETECIC, una de las instituciones especializadas en la formación de la TCC en formato online y presencial más respetadas en hispanoamérica.
José tiene un profundo conocimiento teórico y técnico de la terapia cognitivo conductual y una elocuencia envidiable que utiliza para trasmitir ese conocimiento con sencillez y humildad a todo el que lo escucha. No tengo el honor de conocerlo personalmente pero gracias a la internet he podido seguir su trabajo desde hace varios años y he aprendido muchísimo con los artículos que publica en conjunto con Carmen Rivadeneira y Ariel Minici, codirectores de CETECIC.
En esta entrevista conversamos un poco sobre su carrera, el perfil de psicólogo clínico, las dificultades que enfrentan los pacientes que inician un tratamiento psicológico y cómo el estrés relacionado a los factores socioeconómicos afectan la efectividad de la psicoterapia.
¿Dónde y por qué estudiaste psicología?
Estudié psicología en la Universidad de Buenos Aires, universidad pública de Argentina y estudié psicología porque siempre me interesaron los problemas mentales y el comportamiento. También me interesaba mucho poder profesionalizar un servicio de atención a las personas que padecieron un problema de comportamiento, por así decir, ayudar profesionalmente al prójimo, cumplir una función altruista pero profesional desde la ciencia y no meramente desde del asistencialismo, sino desde la asistencia basada por supuesto en la psicología científica.
¿Cuántos años llevas trabajando como psicólogo?
Llevo trabajando como psicólogo unos 23 años. Eso muestra lo viejo que estoy (risas), yo me recibí en el 94 pero, pongamos, desde el 95 atiendo. Ya han pasado 23 años.
¿En qué área te desempeñas?¿Cómo terminaste trabajando allí?
Me desempeño en el ámbito de la psicología clínica, puntualmente en el marco de la terapia cognitivo conductual y la modificación del comportamiento, llegué a esta área porque me interesa mucho la complejidad del comportamiento humano, los trastornos mentales y poder ofrecer una ayuda profesional.
¿Qué es lo que más amas de tu trabajo como psicólogo?
Lo que más amo de mi trabajo como psicólogo es, sin dudas, poder escuchar y acompañar al paciente que sufre, y poder ofrecerle humildemente una visión alternativa al sufrimiento que padece. Todos sabemos, por así decirlo, cuáles son los males de este mundo: los problemas económicos, la desigualdad social, las crisis, las injusticias, etc. Y un poco los psicólogos tratamos de que los pacientes tengan más recursos psicológicos, más habilidades para poder afrontar estos inconvenientes que les presenta el mundo y que incluso el paciente aprenda habilidades no solo para que pueda afrontar los estresores, sino también para que pueda cambiar una parte del mundo que le compete a él.
¿Cuáles son los aspectos más desafiantes de tu trabajo?
Los casos graves son muy difíciles. También los pacientes con serias dificultades económicas, que tienen más de 45 años y que perciben que no van a poder solucionar sus problemas fácilmente: entran en depresión. En los casos más extremos los pacientes con ideas de suicidio o intención suicida. Estos son los casos que apasionan.
¿Alguna vez has sentido que te quedaste sin recursos para ayudar a un paciente?¿Qué haces en estos casos?
Sí, me ha pasado de sentir que en algunos casos que me quedo sin recursos para ayudar a un paciente sea porque la disciplina de la psicología científica no provee esos recursos o sea porque el paciente es complejo y las técnicas no funcionan. Pero luego de agotar recursos, creo que también hay que agotar lo que pasa con la personalidad, con la motivación del paciente y reformular objetivos terapéuticos. Probablemente tengamos que trabajar la aceptación racional de lo que no se puede cambiar, que es algo bastante sabio en esos casos.
¿Cómo estructuras la primera entrevista con un paciente?
La primera entrevista con el paciente generalmente dura entre una hora y cuarto o una hora y media. Esto permite que la persona hable bastante, darle mucho espacio para que pueda descargar lo que siente interiormente. Después aplico el formato de la entrevista conductual en la cual voy intentando identificar episodios concretos en los cuales ha ocurrido la conducta problema. Y si en el caso hay indicadores de gravedad voy haciendo un rastreo de episodios históricos como para avanzar hacia un bosquejo general, al menos, de historia clínica.
¿Qué enfoque o enfoques elegiste para trabajar y por qué?
Elegí para trabajar la terapia cognitivo conductual debido a que es una de las corrientes psicológicas que más se adhiere al método científico y una de las que más se preocupa por la eficacia.
En tu opinión, ¿hay algún factor específico que ayude a la mejoría de la mayoría de los pacientes (en el terapeuta y/o el paciente)? ¿Cuál?
No hay un factor específico. Hay varios factores específicos. Es un tema largo: va a depender del diagnóstico del paciente, de la clínica, del caso, de la personalidad del paciente; va a depender de la habilidad del profesional. Definitivamente hay que evaluar el caso por caso. Hay que ser empático, hay que entender esos datos especialisimos que presenta cada caso y desde allí, obviamente, desde los resultados de la evaluación conductual específica de cada caso, seleccionar las técnicas que sean más adecuadas y eficaces para ese paciente en particular.
¿Cuáles crees que son las habilidades más importantes que debe tener un terapeuta?
El terapeuta debe poseer un dominio de las técnicas principales que conforman la terapia cognitivo conductual. Sin ese dominio está bastante limitado: respiración, relajación, reestructuración cognitiva, técnicas de condicionamiento operante, aprendizaje estructurado, habilidades sociales, entrenamiento en asertividad. El psicólogo tiene que conocer muy bien las técnicas. Después, obviamente, el carisma, la calidez, el saber entrevistar, el saber escuchar, manejar los tiempos, no apresurarse y tampoco ser demasiado lento, dejar hablar al paciente y hablar también lo justo y necesario. El psicólogo debe conocer todas las técnicas de entrevista y por supuesto que el trato humano es fundamental. Basarse en un modelo asertivo es una guía bastante racional para el trato con pacientes.
También las variables inespecíficas, es decir, como terapeuta manejar su conducta y su personalidad también influye en la eficacia terapéutica, pero no podemos olvidar que es un tratamiento psicológico y no una relación amistosa. Hay varios procesos de relación de ayuda, como por ejemplo el del alumno y el maestro, el del creyente y el sacerdote, el de un integrante de una tribu con su líder o el de un paciente con su médico, etc. Todos esos procesos de relación de ayuda requieren calidez, buen trato humano, que la persona se sienta cómoda. Ahora bien, lo que distingue a esos procesos de relación de ayuda de la psicología científica, es el método. Precisamente la terapia conductual se basa en técnicas previamente evaluadas y justamente un psicólogo debe tener dominio de esas técnica, no es sólo relación terapéutica.
¿Cuál/es es el mejor libro sobre psicología o terapia que has leído?
No creo en esto de que haya peor o mejor libro. En este caso o mejor o peor psicólogo. No pongo jerarquías, yo creo que hay habilidades diferenciales competentes que puede tener cada profesional y en los contenidos que pueda tener cada libro. Tengo varios libros pero, si tengo que elegir uno que a mí me haya impactado en mi juventud, por así decir, es el de Eysenck Usted y la neurosis, este libro es muy bueno y muy claro, es una introducción muy interesante a la terapia cognitivo conductual. Obviamente un libro viejo de 1977 que está superado en algunos hechos, pero ese es el libro que más me impactó de psicología.
¿Qué libro o investigación estás leyendo actualmente?
Actualmente estoy leyendo bastante sobre los trastornos de la personalidad y específicamente la complejidad de estos trastornos considerando que, por así decirlo, son una psicología aparte, son casos más complejos, difíciles y requiere bastante más paciencia del profesional y manejo de sus propias emociones, lo cual es bastante interesante.
¿Qué haces para evitar el burnout en tu trabajo o cuando atiendes a un paciente “difícil”?
Para evitar el burnout lo que hago es aplicar un método sugerido por Pavlov de ver 3 pacientes y luego una hora de pausa. Pavlov sugería que los que hacen trabajo intelectual tienen que tener pausas estratégicas de descanso durante la jornada laboral, donde se recomienda caminar y no tener 4, 5 u 8 horas ininterrumpidas de trabajo. Eso me ayudó muchísimo: hago 3 pacientes, luego una hora de pausa en donde camino un poco, hago ejercicios de estiramiento, nada de celular o de internet. En esas pausas se puede aplicar una técnica de meditación en pocos minutos, algunas respiraciones profundas. Todo eso me ayuda a evitar el burnout en el trabajo.
¿Quién es el psicólogo/investigador o académico que más admiras?
Admiro a varios psicólogos investigadores y académicos. Admiro muchísimos. Voy a elegir tres: Pavlov, Eysenck y Skinner que son, por así decir, próceres históricos de la psicología. Esto es una mezcla de variables relacionadas con la emoción y el cariño que tengo hacia esos autores.
En tu opinión, ¿cuál es el mayor obstáculo que afronta la psicología?
En mi opinión, el mayor obstáculo que afronta la psicología hoy día es la anarquía mentalista, es decir, que vale todo. Y también los obstáculos sociales. Yo creo que hay temas sociopolíticos que le están generando mucho estrés a la gente en diferentes partes del mundo y los psicólogos nos topamos con la pobreza, con las crisis económicas y con que un hombre de 45 años tiene menos probabilidades de conseguir trabajo que uno de 22, lo cual es totalmente irracional: tiene más oportunidades una persona joven que una persona con mayor experiencia. Lamentablemente todos estos obstáculos sociales tienen una gran influencia en la ineficacia de las terapia psicológicas.
¿Qué le recomiendas a los psicólogos que recién inician?
Lo que le recomiendo a los psicólogos que recién inician es que estudien mucho y que le pongan pasión a la profesión. Estudiar se refiere a las cuestiones técnicas y la pasión se refiere a no olvidar que hay un paciente que sufre y que la motivación tiene que ser intrínseca, no meramente extrínseca, es decir, no debe estar meramente en que el paciente nos va a pagar la sesión. Porque por más que el paciente te pague, sin motivación intrínseca, probablemente no haya un buen trabajo.
2 comentarios
Muy interesante entrevista! Estoy de acuerdo con aquello de la anarquía mentalista. La falta de rigurosidad científica en las terapias psicológicas y la intrusión de terapias alternativas minan la credibilidad y finalmente la eficacia en los consultorios psicológicos.
Excelente entrevista! Felicidades!
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