Una cámara es capaz de registrar en video cualquier hecho o situación que quieras guardar. ¿Qué es lo mejor? Su fiabilidad: sabés que lo que queda grabado es exactamente aquello que pasó.
Muchas personas cuentan con memorias excepcionales, capaces de recordar con una precisión impresionante. Sin embargo, la memoria humana es propensa a errores y, de hecho, una nueva investigación proporciona evidencia de que la ira puede aumentar estos errores (Greenstein & Franklin, 2020). ¿Te dijeron alguna vez que no tomes decisiones enojado pues probablemente serían malas decisiones? Los hallazgos del estudio sugieren que el enojo y la ira afectan la cognición de diversas maneras, pudiendo hacernos más vulnerables a los errores o el “mal uso” de la memoria.
¿Qué metodología utilizaron?
La muestra del estudio estuvo compuesta por 79 personas, quienes vieron un extracto de 8 minutos de la película Defending Your Life. Seguidamente, se pidió a los participantes que completaran dos tareas cognitivas desafiantes y una entrevista preparada.
Durante esta segunda parte del estudio, fueron asignados aleatoriamente en una de dos condiciones: “condición de ira” o “condición neutral”. En la inducción neutral, el experimentador se comportó de manera profesional y cortés. En la inducción de la ira, el experimentador estaba desorganizado, desdeñoso, insultante, perdió documentos, proporcionó solo instrucciones vagas, creó trabajo innecesario e interrumpió al participante.
Con posterioridad, los participantes completaron un breve cuestionario sobre la película, el cual contenía alguna información errónea. Por ejemplo, se pidió a los participantes que respondieran a la pregunta “¿En qué se sientan Daniel y Julia durante su conversación cuando Julia deja caer su bolso?” Sin embargo, Julia nunca dejó caer su bolso en la filmación.
Con el objeto de inducir aún más los sentimientos de ira, aquellos en la condición de ira escribieron sobre un momento de sus vidas en el que se habían enojado. Por otro lado, los que estaban en la condición neutral escribieron sobre un momento en que visitaron un museo.
Finalmente, los participantes recibieron una prueba de 80 ítems diseñada para evaluar cuánto podían recordar con precisión sobre la película y cuánta información errónea habían absorbido.
¿Qué encontraron los investigadores?
- La ira no afectaba la capacidad de reconocer los detalles realmente presentes en la película. Sin embargo, los que estaban en la condición de ira eran más susceptibles a la información errónea que los que estaban en la condición neutral. En otras palabras, los participantes enojados eran más propensos a atribuir mal los detalles del cuestionario inicial a lo que habían visto en la película.
- Además, los sujetos en la condición de ira tendían a tener más confianza en la precisión de sus recuerdos. Pero entre esos participantes, una mayor confianza se asoció con menor precisión. Entre los que estaban en la condición neutral, por el contrario, una mayor confianza se asoció con mayor precisión.
La memoria de las personas no es como una cámara de video, destacan los autores. Este es un hallazgo que se replica continuamente estudio tras estudio. También muestran los estudios que, a pesar de esto, la persona promedio no lo sabe.
La ira no sólo empeora la memoria, sino que también hace que seamos más susceptibles a cometer errores respecto de lo que recordamos.
¿Cuáles son los mecanismos de cómo (y eventualmente por qué) la ira está afectando la memoria? Esta es una pregunta que abre nuevas vías de investigación para los autores.
Referencia bibliográfica: Greenstein, M., & Franklin, N. (2020). Anger Increases Susceptibility to Misinformation. Experimental Psychology, 67(3), 202-209. https://doi.org/10.1027/1618-3169/a000489
Fuente: Psypost