Mi abuela tiene 92 años, es una mujer muy cálida e inteligente, pero por momentos se encuentra desorientada y tiene claros síntomas de un deterioro de la conciencia (delirium). No se acuerda qué día es o si ya tomó la medicina para el corazón, y su desorientación la ha puesto (varias veces) al borde de una caída, corriendo el riesgo de ser hospitalizada.
Todos estos peligros nos llenan a mi familia y a mí de mucha ansiedad y, sinceramente, nos hacen desear que exista un medicamento que le ayude a mantenerse menos desorientada y más consciente. Pero, un nuevo metaanálisis nos demuestra ciertas estrategias preventivas y no farmacéuticas que pueden proteger a los adultos mayores del deterioro de conciencia y desorientación, lo que se traduce en una reducción de accidentes y mejoras en la calidad de vida.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores revisaron 14 estudios provenientes de 12 hospitales alrededor del mundo que analizaron seis tipos de intervenciones enfocadas en: mejorar la nutrición e hidratación de las personas, asegurar el sueño sin interrupciones, ejercicios diarios y actividades terapéuticas para mejorar la cognición y la reorientación o decirle a los pacientes donde estaban y que hora y fecha era cada día.
Se traduce en una reducción de accidentes y mejoras en la calidad de vida
Los resultados demostraron que estos enfoques basados en la evidencia y que no dependen de la medicación, mejoraron los procesos de atención, redujeron los riesgos de caídas y disminuyeron la duración de la hospitalización e institucionalización de las personas mayores. Y también se tradujeron en un ahorro en costos médicos. Según los autores, estas intervenciones podrían ahorrar hasta 10 mil millones de dólares por año.
Estas intervenciones no-farmacéuticas, han demostrado que son muy eficaces para prevenir la desorientación, confusión, caídas e institucionalización. Ahora falta que esta información reciba un fuerte apoyo de las instituciones de salud para que pueda ser practicada por los profesionales de la salud y los familiares.
El metaanálisis fue publicado en la revista Jama Internal Medicine y puedes leer el abstract aquí.
Fuente: ScienceDaily
Imagen: Perth