Resumen:
Aunque una buena actitud hacia la terapia y el cumplimiento de la misma son claves para el éxito del tratamiento, en ciertas situaciones el uso de medidas coercitivas en personas con trastornos mentales es la única forma de prevenir daños graves al paciente y a otras personas. La decisión de utilizar estas medidas, como el internamiento involuntario, es un desafío para los médicos, ya que tienen que lidiar no solo con la voluntad del paciente y de sus familiares, que se encuentran en una situación emocional desbordada, sino también con el conocimiento de la normativa vigente, especialmente complejas. Para proteger los derechos del paciente en estas situaciones difíciles y del personal clínico es esencial que el mismo conozca los límites de su actuación en el marco del procedimiento legal. Por ello, se necesitan más estudios en la materia, que ofrezcan conclusiones contrastadas con respecto a las diferencias entre el internamiento involuntario y la retención ilegal.
Autores: Juan Lázaro Mateo, Pau Soldevila-Matias y Victor González-Ayuso