Uno de los fenómenos con más auge dentro de Internet e impulsado gracias al crecimiento del uso de los smartphones y tablets, es el de tomarle fotos a nuestras comidas y compartirlas en Instagram, Facebook, Pinterest o cualquiera de las principales redes sociales. Pues bien, resulta que esta nueva obsesión puede estar alterando tu apetito, haciéndote sentir satisfecho incluso antes de probar bocado. Este fue el descubrimiento de una novedosa investigación realizada por el equipo del Brigham Young University.
“De esta manera, te estás cansado de ese sabor sin haber siquiera probado esa comida” dijo el coautor de la investigación Ryan Elder. “Es un aburrimiento sensorial, es como si ya quisieras avanzar. Ya no quieres experienciar ese sabor.”
Al diseñar el estudio los investigadores hipotetizaron que imaginarse disfrutando algo puede provocar que nos sintamos satisfechos, la misma sensación que hace que la segunda porción de torta o la tercera hora de videojuegos no sea tan disfrutable como la primera.
Te estás cansado de ese sabor sin haber siquiera probado esa comida.
Para probar esta hipótesis, Elder y su equipo reclutaron a 232 estudiantes universitarios para que miraran y evaluaran cuán apetitosas se veían unas imágenes de comida. En uno de sus estudios, la mitad de los participantes observaron 60 fotos de comidas dulces, como por ejemplo: tortas, chocolates, etc. Mientras que la otra mitad observó 60 fotos de comidas saladas como papas fritas, pretzels, etc. Al terminar de evaluar las imágenes, cada participante terminó el experimento comiendo maníes, una comida salada y luego evaluó cuánto disfrutaron de los maníes. En el otro estudio un grupo de participantes realizó el mismo experimento, pero en la evaluación de las fotos, se les pidió a algunos que determinaran cuán apetitosa se veía la comida o que eligieran entre dos comidas, y a otros se les pidió que evaluaran el brillo de la foto.
Al analizar los resultados del primer experimento se encontró que las personas que observaron imágenes de comida salada terminaron disfrutando menos de los maníes, aún cuando no había imágenes de maníes entre las comidas saladas que habían observado. Los investigadores explican que esto se debe a que los sujetos se sintieron satisfechos con la experiencia sensorial de las imágenes de comida salada. En el segundo experimento se halló que los participantes que se concentraron en el brillo de las fotos fueron capaces de disfrutar más de los maníes que aquellos que estaban pensando sobre lo deliciosa que se veía la comida en las imágenes.
El efecto es más fuerte mientras más fotos veas.
“Si quieres disfrutar de la experiencia de comer determinado plato, evita mirar muchas imágenes de comida”, explicó Larson y agrega: “Incluso me sentí un poco mal del estómago durante el estudio, luego de mirar toda las imágenes que teníamos de dulces.”
El coautor del estudio Jeffrey Larson, sugiere que si tienes una debilidad por algún tipo de comida chatarra, como por ejemplo el chocolate y quieres prevenirte de disfrutarlo, entonces podrías mirar más fotos de ese tipo de comida.
Los investigadores aclaran que el efecto es más fuerte mientras más fotos veas. Aunque, si solo tienes un amigo que postea fotos de comida en las redes sociales, entonces es probable que esto no te afecte. “No es que si miras fotos de algo dos o tres veces entonces vas a quedar satisfecho”, resalta Elder.
Puedes encontrar más detalles de esta investigación en la revista Journal of Consumer Psychology
Fuente: The Atlantic; ScienceDaily
Imagen: Flickr
1 comentario
muy buen articulo, :)
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