Adrián Cordillat escribe en El País que la terapia cognitivo conductual para el insomnio es efectiva, pero toma tiempo en hacer efecto:
“El problema del insomnio es que un trastorno muy frecuente y no está bien atendido. Las guías dicen que hay que empezar por la terapia cognitivo conductual, pero tenemos a miles de pacientes tomando hipnóticos y benzodiacepinas desde hace años”, lamenta el doctor Manuel de Entrambasaguas, neurofisiólogo clínico de la Unidad del Sueño del Hospital Clínico de Valencia. Su opinión la comparte Odile Romero, coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que señala a varios factores. Por un lado, la falta de personal formado y de unidades que oferten la terapia: “A la mayoría de los pacientes que sufren de insomnio les cuesta llegar a un especialista”. Por otro, a la incapacidad para mirar a largo plazo. “Los recursos sanitarios son los que son y el insomnio no es algo que, aparentemente, genere un riesgo a corto plazo, así que no se ve como algo urgente y, por tanto, no está en las listas de prioridades”. Y, por último, a la falta de tiempo, que hace que la solución más rápida siempre sea un fármaco, aunque estos tengan importantes efectos secundarios, uno de ellos la dependencia: cuesta mucho retirarlos y hay pacientes enganchados a ellos durante años, aunque la mayoría de estos medicamentos tengan una indicación para apenas tres o cuatro semanas de tratamiento.
Es completamente cierto. En mi consulta, veo con frecuencia que los pacientes con problemas de sueño llegan ya muy medicados. Por otro lado, también me enfrento al desafío de manejar la frustración de quienes buscan resultados inmediatos para su insomnio.
Si bien la terapia no toma años en dar efecto y en cuestión de semanas ya se observan mejoras, muchos pacientes esperan cambios instantáneos y, ante la falta de resultados inmediatos, son propensos a abandonar el tratamiento. Esto hace aún más importante educar sobre el proceso terapéutico y la importancia de la constancia para lograr un descanso reparador.