Cuando uno de los miembros de la pareja en la sesión individual acusa al otro sobre una infidelidad, hay varios puntos importantes:
No asumimos que sea cierto. Solamente tendremos por cierto algo de la otra persona si esa persona nos lo confiesa. No podemos caer en una guerra de acusaciones, por muy cierto que al final sea. No somos detectives.
Esas acusaciones se han dado antes. Si Juan acusa a Laura de infidelidad delante de nosotros, se trata de polarización por parte de Juan, y debe ser abordada en la sesión conjunta.
Se anima a comentar esas acusaciones en la sesión conjunta, dado que es un problema, y como tal es algo que ambos deben enfrentar de manera conjunta.
Generalmente, ocurre que en la sesión conjunta esto se aborda, se acusan, se defienden, y queda claro el problema de confianza entre ambos; se interviene con separación unificada o con unión empática.
Un ejemplo pudiera ser el siguiente:
Sesión individual
Laura: Él me es infiel, lo sé con total seguridad, mire (enseña el teléfono con capturas de texto y conversaciones).
Terapeuta: (tratando de no mirar el móvil y fijando la atención en ella) No hace falta que me enseñes el teléfono Laura, para ver que esto es un gran problema entre vosotros, y que tú quieres hacer algo.
Laura: ¡Es que lo sé! ¡No sé por qué él no me lo dice! ¿Por qué lo niega una y otra vez?
Terapeuta: Creo que esto es un tema para tratar entre ambos, en la siguiente sesión, ¿te parece? Así podemos ponerlo como prioridad, para que podáis abordarlo delante de mi y así poder llevar a conclusiones diferentes. Si te parece, tomo nota de este asunto, para sacarlo en la sesión conjunta, y ahora podemos continuar con la valoración, quiero seguir conociendo tu historia, ¿te parece?
Laura: Sí, sí… pero no es justo… él es un mentiroso…
Terapeuta: Sé que es difícil… ahora mismo él no está aquí, y estamos nosotros dos, me gustaría pedirte ayuda con el trabajo que tenemos que hacer por ahora… sé que cuesta, Laura… ¿me ayudas a que continuemos?
Laura: Sí… disculpa…
Terapeuta: No te preocupes, es normal que cueste… gracias… dime, ¿cómo sabías que tus padres se querían?
Sesión conjunta
Terapeuta: En las sesiones de valoración, he podido ver que un problema que os separa bastante tiene que ver con la confianza, ¿cómo lo veis?
Laura: No tenemos un problema de confianza, José, lo que ocurre es que él me engaña, y no me lo quiere reconocer.
Terapeuta: (silencio).
Juan: Eso no es así… yo no te engaño…
Laura: ¿Y esto? (sacando el móvil y casi poniéndoselo en la cara) ¿Qué es? ¿Eh?
Juan: (no lo mira, aparta la mirada y mueve la cabeza) Eso no es nada… ella es mi amiga y ya… me parece increíble que estés espiándome y violando mi intimidad…
Terapeuta: (silencio).
Laura: ¡No! Lo que me parece a mi increíble es que tú me engañes.
Juan: Yo no te engaño, y tú debes dejar de acusarme y de espiarme.
Terapeuta: ¿Esto suele repetirse a menudo?
Laura: Así es José, estoy ya cansada de estar con un hombre en el que no puedo confiar porque no me dice la verdad.
Juan: No, quién está cansado soy yo, de tus acusaciones y tus desconfianzas.
Terapeuta: Parece que esto es realmente insostenible… ambos os hacéis acusaciones duras, que tienen que ver con la base de la relación; ambos tratáis de lidiar con esto, no estáis ciegos: sabéis que hay un problema; Laura, tú le acusas, y Juan, tú le reprendes por acusarte. Y aquí estáis, estancados en este punto, que cada vez os tiene peor, ¿es así para vosotros?
Laura: Pues sí, es totalmente así… yo ya estoy cansada de esto.
Juan: Sí, sin duda.
Terapeuta: Me gustaría pediros que tratemos algo diferente, ya sabéis, estamos aquí para esto. Cada uno va a tener su espacio, aquí y ahora, para expresar cómo se siente con esta situación de acusación-defensa. A la hora de expresaros, os voy a pedir que lo hagáis de manera diferente a como lo habéis hecho antes, quizás os pueda ayudar empezar diciendo “yo me siento…”; Laura, ¿quisieras empezar tú?
Laura: De acuerdo… dame algo de tiempo… (…) Yo… me siento dolida… me siento engañada… me siento… imbécil (empieza a llorar) Siento que no soy suficiente para él, y siento incluso que es mi culpa que él me esté engañando… ¡y siento que no es justo! (silencio).
Terapeuta: Entiendo… Juan, ¿cómo te has sentido al ver que Laura se siente así?
Juan: Pues… no sabía que para ella supusiera eso… siempre que hemos hablado la he visto enfadada e iracunda… creía que le tenía manía a mi amiga… pero no sabía que ella se sintiera así de mal… me he sentido realmente mal al verla así, ha sido duro… no quiero que se sienta así…
Terapeuta: Ya veo… oye Juan, ¿cómo te sientes tú con toda esta situación?
Juan: Pues… me siento muy cansado, siento que me están controlando, y eso no me gusta… no me gusta tener que dar explicaciones de aquello que hago… me siento como alguien a quien acusan de un crimen que no ha cometido… se me castiga, se me acusa… y siento que da igual lo que haga, que eso es lo único que importa… ¿sabes? estos días he estado preparando un viaje sorpresa por nuestro aniversario, siento arruinártelo, pero no sabes el infierno que resulta cuidar a una persona y quererla, cuando esa persona desconfía sistemáticamente de ti…
Terapeuta: Gracias por compartir tu experiencia Juan… ¿cómo es para ti, Laura, ver a Juan expresar eso?
Laura: No tenía ni idea de esa sorpresa… sé que para él no es fácil, pero es que… no me fío de él… me cuesta mucho confiar en que me dice la verdad, ¿cómo se explica que hable así con su amiga? ¡Le dijo que lo pasaron muy bien juntos y a solas! ¡Y que tenía ganas de abrazarla de nuevo!
Juan: Ella es mi amiga, Laura… y sí, a veces nos abrazamos, y me gusta pasar tiempo con ella; ha sido mi amiga desde hace mucho tiempo, es una persona muy importante para mi, y cuando lo paso mal en cualquier caso, contamos el uno con el otro… ¿qué problema hay en eso?
Laura: ¿Por qué no cuentas conmigo? Yo soy tu pareja…
Juan: Porque… cada vez que busco tu apoyo, tú me acusas, Laura… no te das cuenta… pero me acusas, me reprendes… y al final… me cuesta buscar tu apoyo…
Terapeuta: Parece que estamos viendo algo importante: Juan, tú quieres el apoyo de Laura y su intimidad, al igual que ella; parece que ambos queréis lo mismo… ahora mismo os lo habéis comunicado, habéis dejado de acusaros para expresaros lo que queréis… ¿habíais hablado así antes?
Laura: Pues… no… la verdad, casi siempre chillamos y discutimos…
Juan: No, para nada… es lo que dice ella, creo que no nos hemos parado a decir lo que queremos…
No hay recetas mágicas para abordar situaciones difíciles en consulta, ¡ya lo sabes! Aún así, con estrategias de unión empática y separación unificada de la terapia integral de parejas podemos tratar de hacer lo mejor que podamos, para ayudar a las parejas a formar equipo aún con sus diferencias.
Artículo publicado en Terapias Contextuales, una plataforma online de entrenamiento en terapia integral de parejas.
1 comentario
es muy dificil escuchar las acusaciones de tal magnitud, como la infidelidad, i duele mas saber uno mismo que no son ciertas las acusaciones, pero como hacer q no duela i no llorar, si tu propia pareja piensa eso de ti, i x pensar el de esa manera, ha llegado a rechazarme i asta el grado de ofenderme i levantarme la voz es mui dificil escucharlo i ver como su mirada a cambiado x supociciones.
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