Muchos profesionales opinan que a veces se hace un diagnóstico erróneo de TDAH en niños que entran muy temprano a la escuela y terminan siendo casi un año menores que sus compañeros. Y ya existen estudios que sugieren que podría ser cierto, puedes leer uno de Taiwan que publicamos en el año 2016, por ejemplo: ¿Mi hijo tiene Déficit de Atención con Hiperactividad o sólo es inmadurez?
La evidencia que apoya esta idea sigue aumentando. Un estudio, que fue realizado en Estados Unidos donde la fecha de corte en las inscripciones es el 1 de septiembre, encontró que los niños nacidos en agosto parecen tener mayor riesgo de ser diagnosticados erróneamente con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Se cree que el aumento en los diagnósticos de TDAH obedece a diversos factores: más reconocimiento del trastorno, mayor incidencia del mismo y diagnósticos equivocados.
Según los autores, los resultados obtenidos sugieren que muchos niños estén recibiendo un diagnostico errado y el tratamiento que lo acompaña. Todo esto por el simple echo de ser un poco más jóvenes que sus compañeros de clases y, por ende, más inmaduros.
La fecha de corte es arbitraria y permite que en el mismo salón hayan niños que se llevan casi un año de diferencia, es entendible que algunos de ellos tengan problemas para sentarse y concentrarse en sus tareas. Esto es particularmente cierto para los niños más pequeños (preescolar, primer grado, segundo grado), ya que a 11 o 12 meses de diferencia hay marcados cambios en la conducta.
Metodología
Utilizando la enorme base de datos de una aseguradora, los investigadores compararon los diagnósticos de TDAH por mes de nacimiento, en 407,846 niños estadounidenses nacidos entre los años 2007 y 2009 y se les hizo un seguimiento hasta diciembre del 2015.
Resultados
En los estados donde la fecha de corte era el primero de septiembre, los niños nacidos en Agosto tenían un 30% más de probabilidades de ser diagnosticados con TDAH, comparados con niños nacidos en Septiembre. Los estados con una fecha de corte diferente no mostraron una relación así.
Anupam Jena, uno de los autores del estudio, resalta algo muy importante: al hacer el diagnóstico de este trastorno no solo hay que observar los síntomas sino también el contexto. Es clave tener en cuenta todos los factores antes de hacer un diagnóstico y prescribir tratamiento.
Si ya sabemos que la edad de un niño, en relación a sus compañeros de clase, es un factor que causa diagnósticos errados, debemos de tenerlo muy presente al evaluar a los niños que llegan al consultorio.
Referencias del estudio original: Timothy J. Layton, Michael L. Barnett, Tanner R. Hicks, Anupam B. Jena. Attention Deficit–Hyperactivity Disorder and Month of School Enrollment. New England Journal of Medicine, 2018; 379 (22): 2122 DOI: 10.1056/NEJMoa1806828
Fuente: Science Daily