Exploraciones pre-tratamiento de la actividad cerebral lograron predecir si los pacientes deprimidos lograrían una mejor remisión a través de la medicación antidepresiva o psicoterapia. Estos fueron los resultados de un estudio de McGrath CL et al., 2013 presentados el 12 de Junio en la revista JAMA Psychiatry.
Helen Mayberg, médica del Emory University en Atlanta y directora de la investigación explicó:
“Nuestro objetivo es desarrollar biomarcadores confiables que correspondan a un paciente individual, ofreciendo la opción que más probabilidades tenga de ser exitosa para el tratamiento, evitando al mismo tiempo aquellos que son ineficaces.”
En la actualidad, solo se puede saber por medio de la prueba y el error, si un paciente en particular con depresión responderá mejor a la psicoterapia o a la medicación. En ausencia de una orientación objetiva que pueda predecir la mejora del paciente, los clínicos y los pacientes optan por probar por un periodo de un mes o dos para ver si funciona el tratamiento elegido. Como consecuencia, alrededor del 40% de los pacientes logran la remisión, luego de un tratamiento inicial. Sumado a ello, esta modalidad representa altos costos en términos de sufrimiento humano y gastos médicos.
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Thomas R Insel, director del NIMH y conocido defensor del diagnóstico basado en la biología sostuvo que aunque las imágenes cerebrales siguen siendo principalmente una herramienta de investigación, estos resultados parecen ser prometedores a la hora de ayudar en la toma de decisione clínicas.
Se sabe que la ínsula anterior, juega un rol fundamental en la regulación del estado de ánimo, la conciencia de sí mismo, la toma de decisiones y otras tareas de pensamiento. Los cambios en la actividad de la ínsula han sido observados en diversos estudios sobre tratamientos de la depresión, medicación, entrenamiento en mindfulness, estimulación del nervio vago y la estimulación profunda del cerebro.
Con los datos mencionados, el equipo de Mayberg buscó identificar un biomarcador que podría predecir qué tipo de tratamiento beneficiará a un paciente sobre la base del estado de su cerebro. Por medio de un escáner de tomografía por emisión de positrones (PET) se recolectaron imágenes pre-tratamiento de la actividad cerebral en reposo de 63 pacientes deprimidos. Luego, compararon la actividad del circuito cerebral con pacientes que habían logrado la remisión después de recibir tratamiento y con los que no la lograron.
Los resultados mostraron que la actividad específica de la ínsula anterior funcionó como predictor fundamental de los resultados de dos formas estándar de tratamiento para la depresión: terapia cognitivo-conductual (TCC) o el escitalopram, un inhibidor de la recaptación específica de la serotonina (ISRS). Si la actividad cerebral de los pacientes antes del tratamiento fue baja en la parte frontal de la ínsula, en el lado derecho del cerebro, entonces, la remisión era más alta por medio de la TCC y había una pobre respuesta al escitalopram. Por el contrario, si había una hiperactividad en la ínsula, la remisión se lograba con el escitalopram y había una mala respuesta a la TCC.
Mayborg concluye que si estos resultados son confirmados por estudios de replicación, entonces podría convertirse en una herramienta clínicamente útil para guiar las decisiones de tratamiento inicial por el más eficaz y ofrecer un primer paso hacia medidas de tratamiento personalizado para el trastorno depresivo mayor.
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