Los efectos secundarios del ibuprofeno son tenidos, por lo general, como perjudiciales para la salud. Incluso la biblioteca MedlinePlus del Sistema de Salud Pública de los Estados Unidos advierte en su sitio web que las personas que consumen fármacos antinflamatorios como el ibuprofeno podrían estar en mayor riesgo de tener un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular que las personas que no toman estos medicamentos.
“Estos eventos pueden ocurrir sin previo aviso y pueden causar la muerte. Este riesgo puede ser mayor para las personas que toman AINE (antinflamatorio no esteroideo) durante mucho tiempo. No tome un AINE como el ibuprofeno si ha tenido un ataque cardíaco recientemente, a menos que su médico se lo indique”, sugiere el portal.
No obstante el aparente pesimismo y contraindicaciones del uso de ibuprofeno, un equipo de neurocientíficos liderado por Patrick McGeer, eminencia en el campo de investigaciones para la prevención del Alzheimer, ha realizado estudios que sugieren que el ibuprofeno implementado en un régimen diario iniciado lo suficientemente temprano puede prevenir el inicio de la enfermedad de Alzheimer.
El Dr. McGeer, presidente y CEO de Aurin Biotech, con sede en Vancouver, y su esposa, la Dra. Edith McGeer, se encuentran entre los neurocientíficos más citados del mundo. Su laboratorio es reconocido mundialmente por sus 30 años de trabajo en neuroinflamación y enfermedades neurodegenerativas, particularmente la enfermedad de Alzheimer.
En 2016, el Dr. McGeer y su equipo anunciaron que habían desarrollado una prueba simple de saliva que puede diagnosticar la enfermedad de Alzheimer y predecir su aparición en el futuro. La prueba se basa en medir la concentración del péptido amiloide beta proteína 42 (Abeta42) secretada en saliva. En la mayoría de las personas, la tasa de producción de Abeta 42 es casi la misma independientemente del sexo o la edad. Sin embargo, si esa tasa de producción es de dos a tres veces mayor, esas personas están destinadas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Esto se debe a que Abeta42 es un material relativamente insoluble, y aunque se produce en cualquier parte del cuerpo, los depósitos se producen solo en el cerebro, causando la neuroinflamación que destruye las neuronas en el cerebro de las personas con la enfermedad de Alzheimer.
El ibuprofeno: una solución que apunta a la erradicación del Alzheimer
Ya que Abeta 42 se produce en todos los órganos del cuerpo y se secreta en la saliva de la glándula submandibular, solo una cuchara de saliva puede ayudar a predecir si un individuo va a desarrollar Alzheimer. Esto da la oportunidad a los médicos de comenzar a tomar medidas preventivas tempranas, como el consumo de medicamentos no esteroideos (AINE) sin receta, particularmente, el ibuprofeno.
“Ahora tenemos una prueba simple que puede indicar si una persona está destinada a desarrollar la enfermedad de Alzheimer mucho antes de que comience a desarrollarse”, dice el Dr. McGeer. Sumado a esto, “las personas pueden evitar que esto suceda a través de una solución simple que no requiere receta médica o visita a un médico . Este es un verdadero avance ya que apunta en una dirección donde el Alzheimer puede eventualmente ser eliminado “.
El Dr. McGeer lleva años estudiando a fondo el proceso de desarrollo del Alzheimer y cómo los fármacos antinflamatorios de uso común pueden detener el avance de la enfermedad.