Para humanos y primates, los rostros cuentan con un estatus especial en sus sistemas visuales. Esto se debe a que los rostros tienen un rol fundamental en la comunicación, para estas especies. Las áreas de la red facial, como el área fusiforme de la cara, se activan específicamente con las caras. A diferencia de los cerebros humanos, es posible que los cerebros de los perros no contengan áreas sensibles a los rostros y, por lo tanto, que estos amigos peludos procesen las caras de un modo diferente al nuestro. De hecho, un estudio en neurociencias sugiere que el sistema visual canino está organizado de manera diferente y, consecuentemente, la red facial que se encuentra en los primates puede no extenderse a todos los mamíferos (Bunford et al., 2020).
Metodología
A través de imágenes de resonancia magnética funcional, los investigadores compararon la actividad cerebral de humanos y perros domésticos mientras veían videos breves de otros humanos y perros.
Hallazgos
El equipo encontró que los cerebros humanos mostraron una preferencia por las caras (lo que significa que algunas áreas visuales tenían una mayor actividad en respuesta a una cara en comparación con la parte posterior de la cabeza). Un subconjunto de estas regiones también mostró preferencia por las especies, con una mayor actividad en respuesta al ver a un humano que a un perro.
Por el contrario, los cerebros de los perros solo mostraron preferencia de especie. Las áreas visuales tuvieron mayor actividad en respuesta a ver a un perro que a un humano, y no hubo diferencia de actividad entre ver una cara y la parte posterior de la cabeza.
Referencia bibliográfica: Bunford, N., Hernández-Pérez, R., Farkas, E. B., Cuaya, L. V., Szabó, D., Szabó, Á. G., Gácsi, M., Miklósi, Á., & Andics, A. (2020). Comparative Brain Imaging Reveals Analogous and Divergent Patterns of Species and Face Sensitivity in Humans and Dogs. The Journal of Neuroscience: The Official Journal of the Society for Neuroscience, 40(43), 8396-8408. https://doi.org/10.1523/JNEUROSCI.2800-19.2020
Fuente: Science Daily