El diario español, La Vanguadia, entrevistó Howard Garder, uno de los psicólogos más conocidos de los últimos años, gracias a su teoría de las inteligencias múltiples, la cual cuestionó la idea de que las personas sólo poseen un sólo tipo de inteligencia: la lógico-matemática. Su planteamiento permitió que maestros y padres exploraran otras maneras de motivar y desarrollar las diferentes inteligencias de los niños.
Sin embargo, su teoría fue ampliamente criticada por otros investigadores argumentando de que esta teoría no contaba con apoyo empírico suficiente y que además era una teoría que sólo servia para tranquilizar a los padres de los niños que parecían no se desempeñaban bien en las actividades y pruebas académicas. Gardner ha seguido investigando y según él cada vez hay más datos –propios y de investigaciones externas– que apoyan su teoría.
En la entrevista que realizó La Vanguardia Gardner nos explica por qué cuestiona la inteligencia que miden los tests; la mala interpretación que se hizo de su teoría; por qué las malas personas no pueden ser excelentes profesionales; y la necesidad de vivir con una filosofía.
Algunos de los fragmentos más interesantes:
Su cuestionamiento a los tests de inteligencia:
Porque yo soy un científico y hago experimentos y, cuando mido la inteligencia de las personas, descubro que algunas son muy buenas solucionando problemas pero malas explicándolos. Y a otras les pasa lo contrario.
El abuso de la teoría de las inteligencias múltiples:
Se abusó de ella al principio porque no se comprendió bien. En Australia, la administración la manipuló para explicar que había grupos étnicos que tenían inteligencias diferentes de otros.
La ética de la inteligencia:
En ese punto, empecé también a preguntarme por la ética de la inteligencia y por qué personas consideradas triunfadoras y geniales en la política, las finanzas, la ciencia, la medicina u otros campos hacían cosas malas para todos y, a menudo, ni siquiera buenas para ellas mismas.
¿Por qué hay excelentes profesionales que son malas personas?
Descubrimos que no los hay. En realidad, las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes.
¿No puedes ser excelente como profesional pero un mal bicho como persona?
No, porque no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia . Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética.
Los que no han estudiado humanidades tienen más probabilidades de sufrir de depresión:
Puedes vivir sin filosofía, pero peor. En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50, eran más propensos a sufrir crisis y depresiones.
Lee la entrevista completa en La Vanguardia.
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