Con el objetivo de determinar los factores de riesgo de vulnerabilidad temprana y de esta manera poder prevenirlo, el equipo de Sheftall et al. ( 2020) publicada en Child Psychiatry & Human Development comparó las características clínicas, el temperamento y las habilidades de regulación emocional de niños de 6 a 9 años con madres con y sin historia de conducta suicida.
Por qué es importante: El suicidio es la segunda causa de muerte en los niños y adolescentes y la historia parental de suicidio está fuertemente asociado con el incremento de riesgo de suicidio en niños y adolescentes. Al comprender mejor cuales son los factores de riesgo tempranos, podemos desarrollar intervenciones que tomen en cuenta las dificultades y habilidades que necesitan los niños en alto riesgo para prevenir el suicidio.
Metodología: El estudio examinó a 21 niños que tenían entre 6 y 9 años con y sin historia parental de conducta suicida. Los investigadores le dieron seguimiento por teléfono dos veces (6 y 12 meses posteriores a la primera evaluación). A las madres y a sus hijos se les entrevistó para saber si habían tenido ideación o intentos de suicido previos; se les preguntó si sus hijos habían sufrido eventos traumáticos o estresantes durante el último año y también se indagó sobre las habilidades de regulación emocional de sus hijos (la manera en que se tranquilizaban cuando estaban muy enojados o muy abrumados por la emoción y cómo afrontaban los problemas).
Resultados:
- Las madres con historia previa de conducta suicida informaron que el intento de suicidio más reciente ocurrió 2.7 meses antes de la fecha de la cita de referencia. La mayoría de las madres en este grupo intentaron suicidarse una vez en su vida (el número de intentos varió de uno a siete) y la letalidad de los intentos varió desde ningún daño / daño físico (n = 5) hasta daño físico moderado (p. Ej., Necesidad de atención médica; n = 5) .
- Los niños con madres con historia y sin historia de conducta suicida previa no difirieron en características demográficas, pero al comparar la cantidad de eventos estresantes los niños con madres con historia suicida tenían más eventos (15 vs 10) en comparación con los niños con madres sin historia de conducta suicida. Esto es sumamente importante porque los eventos estresantes o traumáticos como el abuso/negligencia, victimización en la escuela y la pérdida parental también se relacionan con la conducta suicida.
- En cuanto al temperamento/regulación emocional, las madres con historia de conducta suicida reportaron que sus hijos expresaban mayores efectos negativos como la tristeza y el malestar; mayor dificultades para tranquilizarse cuando estaban enojados. Es importante destacar que experimentar más experiencias negativas sin la habilidad para autoregularse es otro indicador de alto riesgo de conducta suicida.
Recomendaciones:
- El nuevo estudio hace evidente que las madres y padres con historia de conducta suicida se benefician mucho del entrenamiento de habilidades y estrategias de regulación emocional. Así pueden aprender a autoregularse (protegiendo su vida) y al mismo tiempo pueden enseñarles a sus hijos cómo hacerlo.
- De igual forma los autores hacen hincapié en que se deben diseñar y utilizar planes de entrenamiento en regulación emocional para niños con alto riesgo. Uno de los que recomiendan es el programa PATHS (Promoting Alternative Thinking Strategies), el cual les enseña a los niños a expresar sus emociones, entenderlas, regular sus emociones e incrementar sus habilidades metacognitivas.
Referencia del estudio: Sheftall, A. H., Bergdoll, E. E., James, M., Bauer, C., Spector, E., Vakil, F., Armstrong, E., Allen, J., & Bridge, J. A. (2020). Emotion Regulation in Elementary School-Aged Children with a Maternal History of Suicidal Behavior: A Pilot Study. Child Psychiatry and Human Development. https://doi.org/10.1007/s10578-020-01010-8
Fuente: Psychcentral