Manuel Garcia Garrido entrevistó en el diario El País, a los psicólogos Jorge Barraca y Miguel Ángel Rizaldos para que esclarecieran hasta qué punto se puede utilizar el deporte como tratamiento para la depresión. Las respuestas de Barraca explican la importancia de entender la función que puede tener la actividad física, cómo utilizarla y hasta menciona qué deportes no son recomendados cuando los pacientes sufren de depresión y ansiedad:
En los episodios de depresión, el ejercicio actúa como un elemento vertebrador de la activación conductual. La idea no es solo que hagan deporte, sino activar a los pacientes. “Si antes iban a clase de gimnasia, acudían a conferencias, arreglaban la casa… que lo vuelvan a hacer”, explica Barraca, quien subraya que es importante que el proceso sea pautado en horarios. “Sabemos que en la depresión, además de sentirte triste o tener dificultad para concentrarte, es característica la falta de energía, la gente está muy cansada pese a que no hace nada”, dice. Por eso lo ideal es introducir algo de ejercicio a medio plazo, no inmediatamente, porque al principio “no tienen ganas de levantarse ni de dar un paseo”. Es gradual y, en muchos casos, precisa supervisión para que se programen distancias más largas y se establezcan nuevos objetivos. Ponerse en marcha es solo un primer paso.
Y no siempre es recomendable. Sorprendentemente, el ejercicio puede convertirse en un arma de doble filo. Por ejemplo, es perjudicial cuando se usa a modo de recurso evasivo para no atajar situaciones conflictivas, o como una huida hacia delante que, a la larga, puede agravar la depresión. “Hay que entender qué función tiene la actividad física, si es una manera de escaparse de compromisos o de afrontar otras situaciones vitales que tienen que ser acometidas, entonces es contraproducente”.
Por otra parte, deportes como el pádel, el tenis y el fútbol no son la opción más adecuada para quienes tienen un carácter competitivo si sufren de ansiedad, porque la potenciarían. Tampoco lo son aquellas rutinas que condicionan transversalmente la vida, como, por ejemplo, preparar un maratón en un periodo de tiempo reducido, ya que pueden circunscribir el estado de ánimo a la consecución de una meta con una exigencia alta. Según Barraca, “cuando alguien se tiene que levantar a horas concretas, cuidar su dieta de una determinada manera y ve afectadas sus relaciones con los amigos y la pareja porque está volcado en ello, se transforma en una fuente de ansiedad”.
Lee el artículo completo en El País.
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Jorge Barraca es un especialista en activación conductual para la depresión. Un tratamiento catalogado con evidencia científica fuerte por la Asociación Americana de Psicología (APA). Si quieres conocer en qué se basa este tratamiento puedes leer el artículo Activación conductual: Un tratamiento simple y eficaz para la depresión o también ver la entrevista online que realizamos con Fabián Maero en la que aborda esta misma temática:
https://www.youtube.com/watch?v=UeNW_fOCh7Y