Los niños con problemas de conducta suelen tener dificultades para identificar, comprender y expresar apropiadamente sus emociones. Un estudio reciente encontró que, si los padres hablan con sus hijos sobre las emociones, los problemas de conducta pueden reducirse. Pero además, es interesante y esperanzador conocer que el estudio fue realizado con una muestra de niños pertenecientes a familias de bajos ingresos.
La investigación, que fue publicada en el Journal of Developmental and Behavioral Pediatrics, podría ayudar en última instancia a aquellos en más necesidad.
“Nuestros hallazgos ofrecen promesa de una estrategia parental práctica y económica para apoyar el desarrollo social y emocional de los infantes en riesgo y reducir problemas conductuales,” declaró Holly Brophy-Herb, profesora del desarrollo del niño en MSU y autora principal del estudio.
El estudio contó con 89 infantes (de entre 18 meses y 2 años de edad) de familia con bajos ingresos inscritas en programas Early Head Start. Se les pidió a las madres que miraran libros con imágenes sin palabras con sus hijos. Los libros incluían muchas tonos emocionales y trataban sobre una niña que perdía y luego encontraba a su mascota.
Los puentes emocionales pueden ser especialmente beneficiosos para las familias que luchan con múltiples estresores
Brophy-Herb y sus compañeros de investigación se enfocaron en el “puente emocional” de la madre con el niño. Esto implicaba no sólo que las madres le pusieran un nombre a las emociones sino también las pusieran en contexto y las relacionaran con la vida del niño.
Durante una visita de seguimiento con las familias, aproximadamente 7 meses después, los investigadores encontraron menos problemas conductuales en los niños con mayor riesgo. Brophy-Herb comentó que esto podría darse porque, al niño aprender sobre las emociones, estas se convierten en una herramienta para aprender a expresar emociones, deseos, sentimientos y palabras simples para expresarlos (en vez de actuar físicamente).
Brophy-Herb opina que los padres pueden aprovechar cualquier circunstancia, por pequeña que parezca, para hablar sobre las emociones y así enriquecer al niño con estos conocimientos y, al mismo tiempo, darle herramientas para expresar sus sentimientos, deseos o necesidades de manera apropiada.
Los puentes emocionales pueden ser especialmente beneficiosos para las familias que luchan con múltiples estresores, incluyendo las desventajas económicas.
Los científicos opinan que esta información debe difundirse como parte de un esfuerzo mayor para incrementar y diversificar el lenguaje entre padres y niños pequeños.
Fuente: Michigan State University
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