La dieta (es decir nuestros hábitos de alimentación) y el ejercicio pueden tener múltiples beneficios para nuestra salud integral. En relación a tu salud mental y el ejercicio, sabemos por ejemplo que:
- Hacer ejercicio disminuye el deterioro cognitivo; se han observado mejoras en áreas relacionadas a la memoria y el lenguaje.
- Realizado con moderación y de forma regular, puede aliviar emociones desagradables y mejorar el estado de ánimo.
- Las personas sensibles a la ansiedad podrían estar moviéndose menos.
- Puede ayudar a proteger regiones del cerebro que son sensibles a la neurodegeneración.
- Mejora la calidad del sueño, lo que a su vez ayuda a las personas a dejar de fumar, disminuyendo también el craving.
- Es muy beneficioso para las personas con esquizofrenia.
- Mejora nuestra concentración y nos protege de la depresión.
De paso, si te interesa el tema de la psicología y el deporte te recomiendo los artículos Psicología de la actividad física: una aproximación a la teoría de la autodeterminación, Actividad física para la salud: 10 orientaciones para el consultorio y el webinar “Cómo combinar la actividad física con la psicoterapia”.
Por otro lado, sobre la alimentación saludable sabemos que:
- Una dieta alta en azúcar perjudica las funciones cerebrales, por ejemplo en relación a la memoria y el aprendizaje.
- Cuando tenemos sueño, la comida chatarra es más atractiva.
- Una alimentación saludable puede ayudar a reducir síntomas de depresión.
- Las dietas saludables pueden ser beneficiosas para el CI.
- Dietas que incluyen siropes de maíz altos en fructosa, alimentos bajos en fibra y altos en proteína animal, lactosa y grasas se asocian a una pérdida sutil pero significativa de neuronas.
- Una alimentación baja en calorías puede prevenir el envejecimiento celular.
- Agregar más proteínas de origen vegetal (legumbres, granos enteros y nueces) a tu dieta puede reducir el riesgo de muerte.
Los autores de un nuevo estudio dicen que las recomendaciones relacionadas a la dieta y el ejercicio son tan comunes que les sorprende la poca cantidad de investigaciones que incluyen ambos componentes. Es por eso que decidieron estudiar los efectos de la genética y el ambiente en la vida temprana (infancia) sobre la conducta de correr en la rueda en un modelo con ratones.
¿Cómo se realizó el estudio?
Los ratones fueron divididos en cuatro grupos:
- Con acceso a ejercicio
- Sin acceso a ejercicio
- Dieta estándar
- Dieta occidental
Se les asignó cada condición inmediatamente luego del destete y se mantuvieron en la misma durante 3 semanas, hasta alcanzar la madurez sexual.
Luego siguieron ocho semanas adicionales, durante las cuales todos los ratones fueron alojados sin ruedas y con una dieta saludable, los investigadores realizaron análisis de comportamiento, midieron la capacidad aeróbica y los niveles de varias hormonas diferentes (entre ellas la leptina, que ayuda en el control de peso al indicar que se requiere menos comida).
¿Cuáles fueron los resultados?
El ejercicio temprano en la vida de estos ratones incrementó los niveles de leptina en los ratones adultos, independientemente de la dieta. También redujo conductas similares a la ansiedad en adultos e incrementó la masa cerebral. A su vez, se redujo la masa ventricular.
Los autores habían encontrado previamente que el consumo excesivo de azúcar y grasa en la niñez puede alterar el microbioma de por vida, incluso si luego se comienza a comer más saludable
Ambos hallazgos ofrecen importantes oportunidades para intervenir en los hábitos de los niños y las niñas. Relacionado a esto, podes revisar la propuesta de Beauchamp para aumentar la actividad física en las escuelas.
Si no sos una persona que hace ejercicio regularmente pero quisieras empezar, te recomiendo el artículo: “Preguntas (y respuestas) frecuentes de los sedentarios sobre la actividad física, en el consultorio psicológico”.
Si tu problema es la alimentación, te recomendamos que consultes con un/a nutricionista y también revises este artículo: “6 recomendaciones basadas en la investigación psicológica para bajar de peso”.
Referencia del estudio: Marcell D. Cadney, Layla Hiramatsu, Zoe Thompson, Meng Zhao, Jarren C. Kay, Jennifer M. Singleton, Ralph Lacerda de Albuquerque, Margaret P. Schmill, Wendy Saltzman, Theodore Garland. Effects of early-life exposure to Western diet and voluntary exercise on adult activity levels, exercise physiology, and associated traits in selectively bred High Runner mice. Physiology & Behavior, 2021; 234: 113389 DOI: 10.1016/j.physbeh.2021.113389
Fuente: Science Daily