Salvador Minuchin murió el pasado 30 de octubre a la edad de 96 años. Su nombre es conocido por todos los terapeutas que han sido entrenados en terapia familiar, ya que los aportes de Minuchin abrieron nuevas maneras de entender los procesos y relaciones dentro del sistema familiar.
Minuchin nació en Entre Ríos, Argentina, provincia donde también estudié, me formé y recuerdo el orgullo de nuestros profesores al entrenarnos bajo los principios mundialmente reconocidos de este terapeuta entrerriano.
Los aportes de Minuchin enriquecieron nuestra habilidad para entender y ayudar a las familias
Entre sus principales aportes se encuentra la terapia familiar estructural, la cual explica que muchos de los problemas y sufrimientos de la familia se deben a que dentro de las jerarquías del sistema familiar, hay una falta de límites, roles y funciones claros, lo que a su vez fomenta el desarrollo de alianzas y triangulaciones que rompen con la estructura familiar funcional.
Otro de sus más importantes aportes fue que le otorgó un rol activo a los niños dentro del proceso terapéutico, al tratarlos como expertos de lo que ocurre dentro de la dinámica familiar. Y puso al terapeuta en un papel en el que puede aprender de ellos.
Minuchin fue autor de una gran cantidad de libros sobre terapia familiar, entre los cuales destacan Familias y terapia familiar y Técnicas de terapia familiar. También fue profesor de la cátedra de pediatría y psiquiatría infantil en la Universidad de Pensilvania, psiquiatra jefe de la clínica infantil y director de la Child Guidance Clinic en Filadelfia (1965).
Los aportes de Minuchin enriquecieron nuestra habilidad para entender y ayudar a las familias y a sus integrantes. No tengo dudas de que sus aportes me hicieron mejor psicólogo y terapeuta. Por todo esto, siempre estaré agradecido.
¡Gracias Minuchin!