Muy buena revisión del término gente tóxica en el diario El País:
A pesar de su popularidad, la categoría carece por completo de base científica. Hablar de consenso respecto a sus características carece de sentido, ya que no se trata de un fenómeno de investigación empírica. Su vaguedad está más próxima a las acusaciones medievales de brujería que al estudio riguroso de la mente y el comportamiento humanos. Aun así, sin observación analítica ni criterio estable, las advertencias sobre los humanos tóxicos han corrido de boca en boca hasta convertirse en un mantra social.