Un estudio coreano, publicado en Annals of clinical and transnacional neurology, encontró otra buena razón para no fumar.
Para la investigación se utilizaron datos del Sistema de Seguro de Salud Nacional de Corea. Contaron con una muestra de 46,140 hombres (se excluyó a las mujeres por contar con tasas de fumadoras extremadamente bajas) de 60 años o más, a quienes se les dio seguimiento por un promedio de 8 años, con exámenes de salud periódicos. Durante el curso del estudio 1644 personas fueron diagnosticadas con Alzheimer u otras formas de demencia.
Mientras menos tiempo hubiese pasado el hombre fumando, menos probable era que tuvieran demencia.
Luego de controlar la edad, indice de masa corporal, actividad física, presión sanguínea y otras características conductuales y de salud, encontraron que mientras menos tiempo hubiese pasado el hombre fumando, menos probable era que tuvieran demencia. Al compararlos con fumadores continuos, para aquellos que habían dejado de fumar por 4 años, el riesgo de demencia disminuía un 13%, para los que llevaban más de 4 años sin fumar, disminuía a 14% y para los que nunca habían fumado el porcentaje era de 19%.
Los autores del estudio reconocen algunas limitaciones: a) No contaron con los datos sobre el nivel educativo de los participantes, que es un factor de riesgo para la demencia; y b) Ocho años de seguimiento pueden no haber sido suficientes para recolectar todos los casos de demencia, enfermedad que se desarrolla lentamente.
Aunque ya habían estudios que vinculaban el fumar con la demencia en países occidentales, esta investigación sugiere que dejar de fumar o reducir la cantidad de cigarrillos fumados puede ayudar a disminuir el riesgo de demencia, además de haberse hecho en población oriental.
Referencia del estudio original: Choi, D. , Choi, S. and Park, S. M. (2018), Effect of smoking cessation on the risk of dementia: a longitudinal study. Ann Clin Transl Neurol. . doi:10.1002/acn3.633
Fuente: The New York Times