La esquizofrenia es una de los trastornos mentales más deshabilitantes y estigmatizantes. Según los datos de la OMS, se estima que en el mundo hay más de 21 millones de personas con este trastorno que se caracteriza por: distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta.
A pesar de ser un trastorno muy complejo, se ha demostrado que puede ser tratable con terapia psicofarmacológica y apoyo psicológico y social.
El tratamiento psicofarmacológico de la esquizofrenia consiste básicamente en la utilización de antipsicóticos, que como su nombre lo indica son utilizados para reducir los síntomas característicos de este trastorno como: delirios, alucinaciones, trastornos del pensamiento, alteración de la sensación sobre si mismo y el aislamiento.
En este vídeo podrás aprender las características químicas de los antipsicoticos, la diferencia entre los antipsicóticos típicos y atípicos y la importancia de la adherencia al tratamiento.