¿Qué factores de la vida cotidiana son capaces de prevenir la depresión en adultos? Reducir las actividades sedentarias, como mirar televisión y tomar siestas durante el día, podría ser de gran ayuda; pero el factor protector más fuerte contra la depresión es la conexión social, según los hallazgos de un nuevo estudio (Choi et al., 2020).
¿Por qué es importante? Existen factores modificables dentro de los hábitos y rutinas diarias de una persona que pueden traducirse en cambios positivos al ajustar ciertas conductas. El abordaje integral del trastorno muestra la gran relevancia del aspecto conductual de esta afección incapacitante. Analizar la evidencia es necesario para priorizar los objetivos de las intervenciones preventivas para la depresión.
Metodología: el equipo de investigación realizó un enfoque en dos etapas:
- La primera etapa partió de una base de datos de más de 100.000 participantes en el Biobanco del Reino Unido, para escanear sistemáticamente una amplia gama de factores modificables que podrían estar asociados con el riesgo de desarrollar depresión, incluida la interacción social, uso de medios, patrones de sueño, dieta, actividad física y exposiciones ambientales.
Este método, conocido como exploración de asociación de toda la exposición (ExWAS), es análogo a los estudios de asociación de todo el genoma (GWAS) que se han utilizado ampliamente para identificar factores de riesgo genéticos de enfermedad.
- La segunda etapa tomó los candidatos modificables más fuertes de ExWAS y aplicó una técnica llamada aleatorización mendeliana (AM) para investigar qué factores pueden tener una relación causal con el riesgo de depresión.
La AM es un método estadístico que trata la variación genética entre personas como una especie de experimento natural para determinar si es probable que una asociación refleje una causalidad en lugar de una mera correlación.
Hallazgos: a través de este enfoque de dos etapas, los investigadores fueron capaces de reducir el campo a un conjunto más pequeño de objetivos prometedores y potencialmente causales para la depresión.
Señalan que la confidencia con otros, así como visitas a familiares y amigos, resaltaron la importancia del efecto protector de la conexión social y de la cohesión social, incluso para las personas con mayor riesgo de depresión como resultado de una vulnerabilidad genética o un trauma temprano en la vida.
El equipo de investigación detectó también los factores asociados a mayores riesgos de depresión, dentro de los cuales destacaba el tiempo dedicado a ver televisión (aunque no pudieron determinar si esto se debía a la exposición a los medios per se o si el tiempo frente a la televisión fue un indicador de ser sedentario). Además, la tendencia a tomar siestas durante el día y el uso regular de multivitamínicos parecen estar también asociados con el riesgo de depresión, aunque se necesita más investigación para determinar cómo podrían contribuir.
En tiempos de pandemia y distanciamiento social físico, se presenta el desafío de sostener lazos de modos diferentes a los que acostumbrábamos. Las herramientas de la tecnología son de gran utilidad para lograrlo.
Referencia bibliográfica:
Choi, K. W., Stein, M. B., Nishimi, K. M., Ge, T., Coleman, J. R. I., Chen, C.-Y., Ratanatharathorn, A., Zheutlin, A. B., Dunn, E. C., 23andMe Research Team, Major Depressive Disorder Working Group of the Psychiatric Genomics Consortium, Breen, G., Koenen, K. C., & Smoller, J. W. (2020). An Exposure-Wide and Mendelian Randomization Approach to Identifying Modifiable Factors for the Prevention of Depression. The American Journal of Psychiatry, appiajp202019111158. https://doi.org/10.1176/appi.ajp.2020.19111158
Fuente: Science Daily