El embarazo es un periodo delicado del desarrollo comportamental y emocional de las personas. Tal es así que recientemente se encontró un vínculo entre los síntomas depresivos maternos prenatales y las alteraciones en el desarrollo temprano del cerebro (H et al., 2020). Más allá de la infancia, la salud mental y física de los adultos también puede estar condicionada por los síntomas depresivos maternos durante el embarazo, explican los investigadores. Estos hallazgos resaltan que la necesidad de brindar el cuidado y la protección necesarias a la futura madre debe ser un compromiso primordial de la sociedad.
Qué metodología usaron
Los investigadores examinaron datos de neuroimagen de 28 niños, que fueron escaneados mediante resonancia magnética cuando tenían 4 años. Las madres de los niños habían completado múltiples evaluaciones de ansiedad y síntomas depresivos durante y después de su embarazo.
La amígdala fue la región del cerebro a la que se prestó mayor atención debido a que juega un papel destacado en el procesamiento de las emociones y la memoria emocional, y ha sido relacionada con trastornos psiquiátricos como la depresión el trastorno de estrés postraumático, la esquizofrenia y los trastornos del espectro autista.
Además de la ansiedad materna, el equipo controló otros factores incluyendo el maltrato infantil, la educación materna, la edad materna, la medicación prenatal y el consumo de sustancias por parte de la madre.
Qué encontraron
Los niños tendían a tener volúmenes amigdalares derechos más pequeños cuando sus madres experimentaban más síntomas depresivos durante el embarazo. Los volúmenes cerebrales subcorticales más pequeños fueron aún más pronunciados en los niños que en las niñas. Los síntomas depresivos posnatales, sin embargo, no se asociaron con los volúmenes amigdalares.
Los resultados del estudio sugieren que los síntomas depresivos maternos ya en el período prenatal alteran el desarrollo temprano del cerebro y, por lo tanto, podrían influir en la vulnerabilidad de la descendencia para desarrollar un trastorno mental a lo largo de la vida, explicaron los autores.
Limitaciones del estudio
En primer lugar se advierte el papel desconocido de los efectos genéticos subyacentes que el niño hereda de la madre y que podrían afectar la trayectoria de su desarrollo cerebral, así como su vulnerabilidad al estrés y la depresión.
Por otro lado, los autores señalan que el tamaño de la muestra fue bastante pequeño, por lo tanto, los hallazgos aquí reportados deben abordarse en estudios futuros con tamaños de muestra más grandes y diseños genéticamente informados. Sin embargo, el estudio indica que la depresión prenatal podría tener efectos duraderos en la salud de la descendencia.
Referencia bibliográfica: H, A., Jj, T., Nm, S., N, H., O, R., Ti, L., J, P., V, S., R, P., T, L., L, K., & H, K. (2020). Prenatal maternal depressive symptoms are associated with smaller amygdalar volumes of four-year-old children. Psychiatry Research. Neuroimaging, 304, 111153. https://doi.org/10.1016/j.pscychresns.2020.111153
Fuente: Psypost