No es ningún secreto, podemos aprender observando a otros y de hecho es un método de aprendizaje que utilizamos desde muy temprana edad. A través del aprendizaje observacional podemos predecir resultados y tomar decisiones en el futuro. Ahora una investigación del UCLA-Caltech ha localizado las neuronas individuales involucradas en este tipo de aprendizaje.
Los hallazgos podrían proveer una mejor comprensión de cómo el cerebro se desvía en condiciones como los trastornos del aprendizaje y los trastornos de ansiedad social.
“El aprendizaje observacional es la piedra angular de nuestra habilidad para cambiar la conducta. La naturaleza humana hace que quieras aprender de los errores de otros antes de cometerIos vos mismo”, asegura el autor principal, Dr. Itzhak Fried.
Otro de los autores, Michael Hill, dice: “La habilidad para aprender rápidamente de otros puede darles a los humanos una ventaja crítica sobre otras especies. Esta habilidad también contribuye a que alguien se sienta que es miembro de una cultura (…).”
Antes del estudio, Fried implantó electrodos profundos en el cerebro de personas con epilepsia que estaban siendo tratadas en UCLA (procedimiento médico estándar utilizado para identificar los orígenes de las convulsiones epilépticas antes de la cirugía). Los investigadores utilizaron los electrodos para grabar la actividad de neuronas individuales en el cerebro de 10 personas que jugaban a las cartas.
Los jugadores fueron instruidos para tomar una carta de una de las dos barajas presentadas. Una de las barajas incluía el 70% de las cartas ganadoras, mientras que la otra tenía el 30% restante. Cada persona tomó turnos para elegir sus cartas y luego observaban a otros dos jugadores sacar cartas de la misma baraja. Al aprender de los resultados propios y los de las elecciones de otros jugadores, los participantes rápidamente acabaron la baraja que contenía las mejores cartas.
El equipo de investigadores estaba sorprendido con el descubrimiento de que neuronas individuales en el lóbulo frontal reaccionaran en los momentos en que el individuo consideraba si él o los oponentes escogerían una carta ganadora. La región en cuestión es la corteza del cíngulo anterior, que juega un rol importante en funciones cognitivas como la toma de decisiones, anticipación de recompensas, interacciones sociales o emociones.
Los hallazgos sugieren que células nerviosas individuales en el cerebro de la persona utilizan los datos aprendidos mediante la observación de los otros jugadores para calcular de qué mazo elegir la próxima tarjeta.
Fried comenta que, aunque se sabe que la corteza del cíngulo anterior actúa como centro ejecutivo de la toma de decisiones humana, poco se sabe todavía sobre la maquinaria neuronal a este nivel. El estudio podrá ayudar a conocer un poco más sobre la organización neuronal de la ya nombrada corteza y cuáles son sus funciones.
Fried y Hill creen que la estimulación activa de las neuronas en la corteza del cíngulo anterior puede influir la conducta humana y tener posibles beneficios para personas con dificultades del aprendizaje o en la lectura de señales sociales.
Por último, también se descubrió que las neuronas de la misma región cerebral se encienden en respuesta al schadenfreude (o la alegría de ver a otro cometer un error o perder un juego). Específicamente, los científicos notaron que las células de ésta región cerebral se encendieron vigorosamente cada vez que el individuo ganaba o que otro jugador perdía (schadenfreude) y disminuía su actividad cuando el jugador perdía u otros ganaban.
Fuente: Science Daily