En Alemania se puede observar un aumento de casos de sobrepeso, especialmente en niños. Aunque anteriormente se había hablado del estrés materno como un factor de riesgo para el desarrollo de la obesidad en el niño, un grupo de investigadores de ese país se interesó por confirmar si existía una correlación y cuáles eran los efectos a largo plazo.
El 9.5% de los niños alemanes de entre 2 y 6 años tienen sobrepeso, de éstos el 3% están clasificados como obesos.
La nutricionista Kristin Junge explica que, aparte de las dietas altas en calorías y la falta de ejercicio, se pensaba que el estrés materno también contribuía al desarrollo de sobrepeso infantil. Junge explica que en el período entre el embarazo y el primer año, el niño es particularmente sensible a las influencias externas. Dicha sensibilidad puede llevarlo a desarrollar enfermedades u obesidad.
Metodología
Para conocer si el estrés materno percibido durante el embarazo en los primeros dos años de vida afectaban el desarrollo del peso del niño (y cómo) hasta los 5 años de edad, el grupo de científicos analizó datos disponibles en el estudio LiNA madre-hijo.
LiNA es un estudio longitudinal en donde se investigan fases sensibles del desarrollo del niño. Algunos factores que se consideran especialmente son: estilo de vida, contaminación ambiental y alergias, problemas respiratorios y obesidad subsecuentes.
Desde el 2006, profesionales del UFZ, Städtisches Klinikum St. Georg y Universitätsklinikum Leipzig, han estado siguiendo a 498 pares madre-hijo desde el embarazo en adelante. El objetivo fue investigar los efectos de la influencia ambiental y el estilo de vida en la salud y el bienestar.
Como parte del proceso, se completaron regularmente encuestas y se tomaron medidas de contaminantes en el ambiente donde vivían los participantes. Además madre e hijo fueron examinados clínicamente.
Utilizando datos del LiNA, el grupo de investigadores determinó el Indice de Masa Corporal (IMC) de los chicos y estandarizó los resultados por edad y género.
El estrés se midió a las 36 semanas de gestación y se hicieron seguimientos cuando el niño tenía 1 y 2 años. El instrumento utilizado fue el Perceived Stress Questionnaire (PSQ, Cuestionario de Estrés percibido), un instrumento validado que presenta 5 ítems para cada una de las dimensiones del estrés: demandas, preocupaciones, tensión y falta de alegría.
El primer año de vida es crucial
Los resultados mostraron que sí existe una correlación, si la madre tiene una percepción alta de estrés, hay mayores probabilidades de que el niño desarrolle sobrepeso durante los primeros 5 años de vida. El impacto parece ser a largo plazo.
Los autores resaltan que la correlación fue particularmente evidente en las niñas. Ellos explican que existen estudios donde se ha observado que los varones perciben el estrés materno con menor intensidad o lo compensan mejor.
Por otro lado, la evidencia de que el estrés materno percibido durante el embarazo o durante el segundo año de vida afecta el peso, fue más bien débil.
Factores de estrés en la madre
Todavía queda la pregunta sobre qué factores hacen que haya una mayor percepción de estrés en la madre. Utilizando los datos disponibles, los investigadores buscaron posibles factores que pudieran influir en el estrés, como: ingresos del hogar, calidad de vida o nivel de educación.
El equipo encontró que éstas madres suelen estar expuestas a lugares ruidosos, tráfico, ingresos bajos y condiciones de vida difíciles.
Este dato debe ser especialmente considerado por los profesionales que tendrán contacto con las madres, ya que si ellas reciben apoyo no solo estaremos mejorando su calidad de vida sino que prevenimos el desarrollo de sobrepeso en el bebé.
Datos del estudio original: Beate Leppert, Kristin M. Junge, Stefan Röder, Michael Borte, Gabriele I. Stangl, Rosalind J. Wright, Anja Hilbert, Irina Lehmann, Saskia Trump. Early maternal perceived stress and children’s BMI: longitudinal impact and influencing factors. BMC Public Health, 2018; 18 (1) DOI: 10.1186/s12889-018-6110-5
Fuente: Science Daily