Importante: Este estudio es una impresión previa que aún no ha estado sujeta a revisión por pares y la versión final publicada puede diferir de la versión en la que se basó este informe.
Una revisión analizó casi 200 estudios sobre tasas de lectura publicados en los últimos años con una estimación general de la rapidez con la que leemos. ¿Qué encontró? Leemos considerablemente más lento de lo que comúnmente se piensa.
En un artículo anterior te comentamos que, según un estudio (Bavishi, Slade, & Levy, 2016), leer ayuda a vivir más, y leer libros es aún más beneficioso para la longevidad pues requiere mayores facultades cognitivas. Quizá que te interese incorporar el hábito de la lectura a tu vida y no sepas cómo. Éstas recomendaciones pueden serte útiles.
De las diversas estimaciones de la velocidad de lectura promedio a lo largo de los años, una de las más citadas es la de 300 palabras por minuto (ppm). Sin embargo, una serie de hallazgos de tasas de lectura más lentas desafían esa estadística, señala Marc Brysbaert de la Universidad de Ghent en Bélgica en su nuevo artículo publicado como preimpresión en PsyArxiv (Brysbaert, 2019).
Brysbaert buscó todos los estudios que midieron las tasas de lectura en participantes de entre 17 y 60 años y en idiomas que usan el alfabeto latino. La naturaleza exacta de los estudios varió mucho: por ejemplo, en algunos, los participantes tuvieron que leer un pasaje largo antes de responder preguntas de opción múltiple sobre el texto, mientras que en otros leyeron oraciones individuales mientras se medían los movimientos de sus ojos. Pero Brysbaert solo incluyó aquellos estudios en los que los participantes leyeron por diversión o comprensión, y excluyó a otros que requieren memorización u otros desafíos. En total, encontró 190 estudios adecuados realizados entre 1901 y 2019, en los que participaron 17.887 participantes.
La tasa de lectura promedio en estos estudios resultó ser solo de 238 palabras por minuto, mucho más lenta que la popular estimación de 300 ppm. Sin embargo, hubo mucha variabilidad entre los estudios, en particular los que utilizaron pasajes muy cortos, donde la tasa más lenta fue de poco más de 100 ppm y la más rápida casi 400 ppm. Con textos más largos, las tasas cayeron más cerca del promedio, lo que sugiere que las tareas de lectura más largas podrían ser una medida más confiable.
Si bien el número de estudios con idiomas distintos al inglés era demasiado pequeño para sacar conclusiones firmes, parecía haber una diferencia entre los idiomas. Por ejemplo, la tasa de lectura en los cinco estudios en español fue considerablemente más rápida que el promedio, con 278 palabras por minuto, mientras que la tasa promedio para los 144 estudios en inglés fue de 236 palabras por minuto. Y aunque el metanálisis sólo incluyó participantes menores de 60 años, Brysbaert señala que otros estudios han encontrado que la tasa de lectura disminuye en los grupos de mayor edad.
Saber que las tasas de lectura son más cercanas a 240 que a 300 palabras por minuto puede parecer bastante intrascendente. Pero los educadores utilizan este tipo de umbrales para determinar si alguien lee con lentitud y necesita ayuda para remediarlo, por ejemplo. “Establecer la tasa de lectura objetivo en 300 palabras por minuto no es realista para la mayoría de las personas y es probable que resulte en una decepción de lo que se puede lograr”, escribe Brysbaert.
Este artículo tiene 608 palabras ¿Mediste el tiempo que te tomó leerlo? Si te interesa aumentar tu velocidad de lectura, te recomiendo este artículo y también este.
Fuente: The British Psychological Society
Bavishi, A., Slade, M. D., & Levy, B. R. (2016). A chapter a day: Association of book reading with longevity. Social Science & Medicine, 164, 44-48. https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2016.07.014
Brysbaert, M. (2019). How many words do we read per minute? A review and meta-analysis of reading rate. https://doi.org/10.31234/osf.io/xynwg
1 comentario
Existe una seria diferencia en cuanto a la velocidad de la lectura ya que no es lo mismo leer acerca de banalidades, temas anodinos o ligeresas deportivas; otra cosa -y muy seria- radica en concentrarse sobre asuntos científicos, o, aquellos que requieren deducciones, acopio de datos informativos o explicaciones sobre temas que despiertan nuestro interés.
Comentarios no permitidos.