Desde hace varios años los investigadores han tratado de encontrar diferentes pruebas diagnósticas del Alzheimer. Una enfermedad que aqueja a más de 47 millones de personas y cada año se registran más de 7 millones de casos nuevos y que al día de hoy no tiene un diagnóstico certero sino es a través de las autopsias cerebrales.
Pero los intentos no han sido en vano y sus hallazgos han sentado los fundamentos para que las nuevas investigaciones puedan descifrar los compuestos característicos del diagnóstico.
Por ejemplo, una investigación publicada a principios del 2016 en el Journal of Azlheimer Disease, halló que los niveles de la proteína llamada clusterin podrían determinar en un modelo computacional si una persona desarrollaría o no Alzheimer. Otro estudio del 2012 de la revista PLOS One, encontró que un grupo específico de metabolitos presentes en la saliva podrían ser indicadores de los cambios metabólicos originados en el cerebro a causa del Alzheimer.
Y ahora, otra investigación publicada también en el Journal of Alzheimer Disease, presentó la evidencia necesaria que sugiere que se puede distinguir entre los pacientes con Alzheimer entre los pacientes sanos, por medio de una muestra de sangre que detecta los niveles de la proteína TAU (característica del Alzheimer) que se adhieren a las plaquetas. Lo que significa un avance importantísimo en la causa de encontrar una medida diagnóstica para el Alzheimer.
No sabemos cuando tendremos una prueba diagnóstica y preventiva para el Alzheimer, pero sin duda, estos hallazgos nos demuestran que estamos en el camino correcto y cada vez más cerca de lograrlo.
Fuente: MedicalDaily
Imagen: Pruebas de sangre en Shutterstock